Cae autobús en acantilado en Perú

Otros seis viajeros han resultado heridos en el accidente, que se ha producido tras el choque con un camión, en el tramo conocido como ‘la curva del diablo’

 

 

Al menos 48 personas han muerto y otras seis han resultado heridas —cuatro de gravedad— este martes después de que un autobús se precipitara 100 metros por un acantilado tras chocar con un camión en la conocida curva del diabloen Pasamayo, al norte de Lima (Perú), según han confirmado las autoridades del país latinoamericano. El vehículo, de la empresa San Martín Porres, había salido por la mañana del martes desde la ciudad norteña de Huaura rumbo a la capital con unos 50 pasajeros a bordo, además del chófer y una tripulante, ambos fallecidos. Fuentes de los equipos de emergencia han explicado que hasta que no comiencen a mover los restos del vehículo, varado en una playa de difícil acceso y alcanzado anoche por la subida de la marea, no se podrá conocer el número exacto de víctimas.

Según varios testigos, el conductor perdió el control tras el choque con un tráiler. El diario El Comercio indica que el camión de transporte invadió el carril contrario por un desperfecto en los neumáticos y acabó embistiendo al autobús. Brigadas de los bomberos, voluntarios, policías y representantes del Ministerio de Salud se han desplazado hasta el lugar de los hechos, en un tramo de la carretera Panamericana Norte conocido como la curva del diablo, para iniciar las operaciones de rescate. Es una de las zonas más peligrosas del país para el tránsito vehicular y en esta época del año se convierte en un paraje neblinoso, lo que aumenta la peligrosidad.

La directora del hospital Sánchez Carrión del Callao (el principal puerto de Perú), María Elena Aguilar, informó a Radioprogramas que cinco heridos llegaron a ese centro trasladados en un helicóptero policial. “Cuatro están graves y uno estable, y estamos a la espera de la llegada de más pacientes. Otros irán al Hospital Rebagliati [de Lima]», indicó. Según Aguilar el único sobreviviente estable es un joven de 20 años. El resto de pacientes sufren fracturas y politraumatismos.

El lugar en el que yace el autobús complica sobremanera las tareas de rescate. Los socorristas intentan desde el martes por la tarde retirar a contrarreloj todos los cadáveres del interior del vehículo siniestrado, que comenzaba a ser alcanzado por las olas al subir la marea. «Esperamos que no nos gane la marea», dijo al canal RPP el coronel Dino Escudero, jefe de la División de Control de Carreteras de la Policía, al tiempo que admitía que, al anochecer, «se dificultará el trabajo» mucho más. Las autoridades llevarán una grúa al lugar para levantar el autobús.

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