Finalmente, el miembro del Partido Nueva Alianza Cristiana (Panac), reverendo Saturnino Cerrato, “dobló su rey” ante el cabecilla del PLI, Eduardo Montealegre, y declinó su precandidatura presidencial en la llamada Coalición Nacional por la Democracia (CND) en favor de Luis Callejas, quien cuenta con el respaldo del caudillo de los liberales independientes y su séquito.
En algo que se daba por un hecho, Cerrato admitió que su precandidatura dentro de la CND no tenía razón de ser, puesto que estaba dominada por Montealegre y su PLI, por tanto, decidió apartarse y apoyar a Callejas. Sin embargo, manifestó que seguirá insistiendo, pero ahora con el propósito de optar a un escaño en la Asamblea Nacional, lo que también es bastante improbable.
El reverendo Cerrato desde hacía un tiempo venía criticando el modo de pensar y actuar de Montealegre, en relación a cómo estaba manejando la CND y el trato que le daba a los aliados, a quienes según su juicio los miraba con menosprecio, incluso se refería a ellos de una forma despectiva y hasta vulgar, lo que ahondó más en el roce que había entre el miembro del Panac y el caudillo del PLI.
Solo logró desahogarse
Recientemente, Cerrato reprochó fuertemente lo que consideró como lenguaje grotesco utilizado por Montealegre en contra de los precandidatos presidenciales de los aliados, a los que llamó “payasos”, porque supuestamente estudiaban una propuesta de unidad con el PLC, algo que el cabecilla del PLI y sus seguidores calificaron de deslealtad para con los miembros de la agrupación.
En esa ocasión Cerrato aseguró que seguía leal a la CDN y contrario a un alianza con el PLC, por lo que llamó a Montealegre a que en nombre de la educación y de la buenas universidades en las que se había preparado, cambiara su “lenguaje grotesco” en contra de los precandidatos a la presidencia de los aliados, así como de los líderes de las organizaciones aglutinadas en la CDN.
De igual forma, el ex precandidato a la presidencia por dicha agrupación desde hacía buen rato venía señalando que los problemas de unidad que se daban en la alianza nacional los generaba la familia liberal, la que dijo en un momento estar bien unida, pero que ahora se encuentra “en mil pedazos”, porque tanto el PLC como el PLI se han herido tanto que sus posiciones son irreconciliables.
Lo cierto es que después de tanto batallar dentro de las filas de la CDN, en las que admitió sentirse marginado, el reverendo Saturnino Cerrato terminó “rindiendo a su rey” ante Eduardo Montealegre y declinó su pre candidatura en favor de la opción del caudillo del PLI, el chinandegano Luis Callejas, quien con ese respaldo no tendrá oposición a la hora de la escogencia del candidato.