Washington ha exigido que agentes secretos chinos dejen de actuar en el territorio estadounidense para forzar la repatriación de inmigrantes acusados por Pekín de corrupción, escribe ‘The New York Times’.
Los agentes secretos de China supuestamente entran en el territorio estadounidense como turistas o con visados de trabajo. Su meta principal no es solo localizar y repatriar a emigrantes chinos (muchos de ellos antiguos funcionarios), sino también obtener los fondos que estos lograron gracias a sus actividades corruptas, afirma el artículo del medio norteamericano.
El periódico informa que los agentes encubiertos trabajan para la Secretaría de Seguridad Pública de China y actúan en el marco de la operación global Fox Hunt (‘caza del zorro’), que forma parte de la actual campaña de Xi Jinping contra la corrupción. Desde 2014, las autoridades chinas han logrado la vuelta al país de 930 sospechosos de corrupción. De este número, en 2015 solo 70 personas regresaron voluntariamente.
En los últimos meses ha aumentado la intensidad de la presión que ejercen los agentes encubiertos, tanto sobre los emigrantes chinos en EE.UU. como sobre los miembros de sus familiares que todavía viven en este país asiático, indica el diario. EE.UU., Australia, Canadá y Nueva Zelanda, donde, supuestamente, se lleva a cabo la misma operación no tienen acuerdos de extradición con China.
El Gobierno de Obama ha advertido a Pekín que la operación Fox Hunt podría «complicar» la visita a la Casa Blanca del presidente Xi Jinping, prevista para septiembre de 2015. Por su parte, China, en repetidas ocasiones, ha afirmado que respeta las leyes nacionales de cada país y que sus agentes no realizan detenciones en suelo extranjero.
Fuente: RT.