Apenas empezamos a conocer a la familia Chamorro en todas sus combinaciones de apellidos. Los hemos oído quejarse de la falta de libertad en Nicaragua, pese a que caen a diario en el libertinaje; se quejan de la pobreza y se la pasan viajando y enfiestados. O invirtiendo, a como lo hizo doña Violeta Barrios en los años 90 del siglo pasado, cuando se hizo socia de una fábrica de alpargatas en Argentina.
Es a nombre de su madre, doña Violeta, que Cristiana Chamorro reclama a la empresa norteamericana Merrill Lynch International, asesora en mercado de capitales e inversiones, debido a que recomendaron a la exmandataria meter su dinero en chanclas, sin embargo, al parecer no le fue bien.
Por lo que hemos visto en Nicaleaks con la información recibida de gente cercana a la familia Chamorro, este es un clan adinerado que utiliza la demagogia para hacer creer que sufren las mismas penurias de la población menos favorecida. Manipulan descaradamente a la población por llevar agua a su molino.
Este es el documento que recibimos en Nicaleaks: