¿De que murió Pablo Neruda?

Trece expertos investigarán el origen de la bacteria staphylococcus aureus (estafilococo dorado), detectada en los huesos del poeta, y que no se relaciona con el cáncer de próstata que supuestamente terminó con su vida.

 

El ministro en visita (especial dedicado al caso) Mario Carroza encabezó la primera reunión del denominado “Panel II de Expertos” que indagará las causas de muerte del Premio Nobel de Literatura Pablo Neruda. Carroza destacó la importancia de la labor que realizarán los trece expertos que investigarán el origen de la bacteria staphylococcus aureus (estafilococo dorado), detectada en los huesos del vate, y que no se relaciona con el cáncer de próstata que padecía Neruda y que, según la versión oficial, terminó su vida unos días después del golpe de Estado perpetrado por los militares chilenos el 11 de septiembre de 1973.

“El Poder Judicial cumple con el mandato constitucional en virtud del cual debe abocarse al conocimiento de todos los asuntos sometidos a su juicio hasta su total cumplimiento, y en este caso, estableciendo la verdad judicial que apoyado en el trabajo pericial, debe ser concordante con la histórica”, dijo el ministro, según citó el sitio electrónico Emol.

“En virtud de lo anterior, la necesidad de este trabajo pericial alberga la esperanza de que sus resultados nos permitan alcanzar dicho cometido, y dar respuesta a la pregunta que los querellantes iniciales esbozaron en su libelo y que han replicado todo el resto de los intervinientes, las circunstancias en que muere Neruda”, añadió Carroza.

El nuevo panel está integrado por los profesionales chilenos Cristián Orrego Benavente, bioquímico genetista forense; Gloria Ramírez Donoso, experta en laboratorio; Luis Soto Román, perito intensivista/ medicina broncopulmonar; Andrei Tchernitchin Varlamov, experto en toxicología química, y Leonardo Gaete, experto en toxicología química.

A ellos se suman los españoles Aurelio Luna Maldonado, experto en laboratorio de especialidad proteómica y Francisco Etxeberría Gabilondo, antropólogo forense; los estadounidenses Charles Brenner, matemático forense, y George Sensabaugh, genetista forense; los daneses Niels Morling, genetista forense, y Marie-Louise Kampmann, genetista forense, y los canadienses Hendrik Poinar y Debi Poinar, genetistas forenses.

Como publicó en noviembre de 2013, el 18 de septiembre de 1973, la salud del poeta se quebrantó al ver los crímenes que la incipiente dictadura ya ejecutaba. Hasta su hogar en la costa, en la pequeña Isla Negra, llegaron los milicos a allanar su casa favorita. Su viejo y cansado cuerpo no dio más y debió ser trasladado a la prestigiosa clínica Santa María, en Santiago, donde finalmente murió, el 23 del mismo mes. Según los médicos que lo atendieron, el deceso del poeta comunista se debió al cáncer de próstata que padecía. Nadie puso en duda esta versión hasta que Manuel Araya, el chofer y amigo del poeta, aseguró que fue asesinado por agentes del régimen militar del cual Neruda era un duro opositor y un posible foco de descrédito a nivel internacional, dada la fama del Premio Nobel. Tal declaración determinó que el juez Mario Carroza abriera –a mediados de 2011– una investigación a raíz de la querella presentada por el Partido Comunista.

Después de varios meses de trabajo, el equipo de peritos extranjeros y nacionales que analizó los restos de Neruda determinó que el deceso del poeta se debió al cáncer y no a la acción de los agentes de Augusto Pinochet. Tal conclusión fue entregada por el director del Servicio Médico Legal (SML), Patricio Bustos, junto a los expertos que llevaron a cabo los estudios al juez Carroza.

“Se confirma por diversas técnicas complementarias entre sí la existencia de lesiones metastásicas diseminadas en varios de los segmentos del esqueleto, en justa correspondencia con la enfermedad por la que estaba siendo tratado el señor Pablo Neruda, fallecido el día 23 de septiembre de 1973 en la clínica Santa María de la ciudad de Santiago”, se señaló en esa oportunidad.

Sin embargo, a mediados de 2014, el propio Carroza ordenó la conformación de un nuevo panel de expertos para investigar la causa de muerte gracias a la solicitud del querellante y sobrino del escritor, el abogado Rodolfo Reyes, con la intención de despejar cualquier duda en relación con el deceso del poeta, luego de que su chofer Manuel Araya insistiera en que éste se habría producido por la acción de terceros.

El requerimiento fue aceptado por Carroza, quien ordenó inmediatamente la creación de un nuevo equipo de peritos especializados nacionales y extranjeros.

Ahora, con el microorganismo encontrado en mayo de 2015 por el experto Aurelio Lun, integrante del segundo panel de expertos en el caso Neruda, se estableció que “dado que este hallazgo no constituye un antecedente concluyente, pensamos que debe debatirse en un panel de expertos, misión del actual panel, análisis de datos que requiere de una dosis oportuna de prudencia para evitar conclusiones aventuradas, en ausencia de informaciones adicionales de las que en este momento carecemos”.

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