Derecha celebra financiamiento injerencista de la USAID

La Prensa desplegó hoy con bombos y platillos la decisión del “humanitario” organismo de los EEUU, Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (Usaid), de continuar financiando a la autoproclamada “sociedad civil” con fondos para seguir en su  intento por desestabilizar al Gobierno de Nicaragua, pero que al final se reparten entre los cabecillas de los diferentes grupitos que se hacen llamar oposición.

Esta mañana, los dirigentes de los ONG opositores, como el Cenidh, CPDH, Fundación Violeta Barrios de Chamorro y Hagamos Democracia, entre otros, así como grupos políticos (FAD, MRS, etc,.) y medios de comunicación como la misma Prensa y Confidencial, amanecieron con los brazos y bolsillos abiertos en espera que la Usaid siga destinando dinero para eternizar el estatus de vida que llevan.

La avaricia y falta de ética de esos grupos de renegados se refleja en la doble moral con que se rigen, puesto que mientras se vuelven eufóricos con la noticia de que la Usaid les seguirá financiando sus patrañas, se muestran “afligidos” por la masacre que los EEUU y sus aliados desatan en Siria con fondos que igualmente salen de donde obtendrán sus recursos para atacar al Gobierno de Nicaragua.

Pero, ¿qué es la Usaid?:

La Usaid fue creada por una orden ejecutiva del presidente John F. Kennedy en 1961, luego de que el mandatario reconociera que hacía falta «una oficina que se encargara de administrar la ayuda a países extranjeros, para promover el desarrollo social y económico», según se lee en su página web. Cinco décadas más tarde, dispone del uno por ciento del presupuesto federal que le asigna el Congreso para «prestar ayuda» a más de 100 países.

Sin embargo, gobiernos de distintos países la han acusado de injerencia en los asuntos internos de las naciones en las que presta ayuda.

La revista Foreign Policy recuerda en un artículo publicado este jueves que durante las décadas de 1960 y 1970, la agencia se asoció con la ahora clausurada Oficina de Seguridad Pública de la CIA, un departamento señalado de formar a cuerpos de seguridad extranjeros en «técnicas de terrorismo y tortura».

Aunque la Usaid siempre ha negado participación en este tipo de actividades, en 1973 el Congreso decidió eliminar el programa, debido a que tales acusaciones estaban dañando la imagen pública de EE.UU.

«Cuando el programa fue cerrado, la Usaid ya había ayudado a capacitar a miles de militares y policías en Vietnam, Filipinas, Indonesia, Tailandia y otros países que ahora son tristemente célebres por su trato a los disidentes políticos», señala el artículo.

En épocas más recientes, las supuestas actividades de intromisión por parte de EE.UU. han sido denunciadas no sólo por Cuba, sino también por países como Venezuela, Bolivia y Rusia.

«Lo que ha hecho la Usaid, al igual que otras organizaciones como la Fundación Nacional para la Democracia (NED, por sus siglas en inglés) y el Instituto Republicano Internacional (IRI), es proveer una especie de cubierta para que el Departamento de Estado financie directamente actividades de la oposición venezolana, incluso a organizaciones que estuvieron vinculadas con el golpe de Estado de abril de 2002 contra el presidente Hugo Chávez», explicó a BBC Mundo George Ciccariello-Maher, profesor de la facultad de Historia y Política de la Drexel University.

Según el académico, el IRI jugó un papel importante en la creación del partido opositor venezolano Primero Justicia, de donde salieron los dirigentes Henrique Capriles y Leopoldo López. «Con la llegada de Chávez al poder -que coincidió con la desintegración de los partidos políticos tradicionales- Estados Unidos se dio cuenta de que la oposición necesitaba un vehículo político y comenzó a financiar y organizar entrenamientos para perfeccionar a estos líderes», asegura el profesor.

En 2009, las autoridades cubanas arrestaron al empresario Alan Gross que luego fue sentenciado a 15 años de prisión por «actos contra la independencia y la integridad territorial del Estado», al intentar ofrecer acceso a internet a opositores como parte de un programa financiado por la Usaid.

Tres años después, Rusia expulsó a la agencia de su territorio por «intentos de influenciar los procesos políticos a través de sus programas» y en 2013, el presidente boliviano Evo Morales acusó a la Usaid de interferir en los asuntos internos y «seguir conspirando» contra su gobierno.

Incluso se ha llegado a sugerir que la Usaid funciona como un frente civil de la CIA que lleva a cabo operaciones secretas.

El portavoz Matt Herrick respondió a esas acusaciones: «Somos una agencia de desarrollo, no de inteligencia. Trabajamos en todo el mundo para ayudar a la gente a que ejerciten sus derechos universales y para darles acceso a herramientas que mejoren sus vidas y los conecten con el mundo que está afuera, especialmente en lugares en los que la gente ha sido aislada del mundo».

«Todo nuestro trabajo en Cuba ha sido revisado en detalle por la oficina de contabilidad del gobierno. Las acusaciones de que estamos envueltos en actividades secretas o encubiertas son falsas», concluyó el portavoz.

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