La falta de escrúpulos y deshonestidad de los llamados organismos no gubernamentales o asociaciones de la “sociedad civil”, se ponen de manifiesto una vez más cuando se develan hechos y pruebas que los vinculan de forma directa con el financiamiento que reciben del extranjero, para realizar actividades en contra del Gobierno nicaragüense.
La realidad que desenmascara a estas “asociaciones”, es que hay pruebas de una triangulación de fondos enviados por la organismos de inteligencia de Estados Unidos y la Unión Europea, mediante convenios bastante lucrativos entre ONG que hacen la oposición en Venezuela y el Instituto de Estudios, Estrategias y Políticas Públicas (IEEPP), que emplean en Nicaragua a grupos con el fin de desestabilizar al Gobierno.
Una serie de personas como Violeta Granera, del llamado Movimiento por Nicaragua (MpN), Sofía Montenegro y su particular amiga Azahalea Solís, representantes del grupo MAM, y Henry Ruiz C., como uno de los promotores de protestas contra el Canal Interoceánico, son los que resaltan en esta lista que reciben dinero para incitar disturbios en las áreas que se les asignan.
Lo entrenan y pagan para protestar
Por ejemplo, en el caso de Henry Ruiz C., aparece como participante junto a otros miembros de partidos políticos, en una actividad de capacitación financiada con estos fondos para promover acciones que se opongan a la construcción del Canal Interoceánico en Nicaragua. La “capacitación” fue bajo el auspicio de la UE, junto con sus empleados IEEPP y MpN.
Otro caso es una actividad pagada por la UE y ejecutada por el IEEPP en el Hotel Princess, donde la “beneficiara” sería la agrupación MAM, pero las que salieron beneficiadas fueron Sofía Montenegro y su íntima amiga Azahalea Solís, a nombre de quien salieron las principales sumas de dinero para dicha actividad, dirigida a “capacitar” mujeres de su agrupación.
La dirigente del MAM, Sofía Montenegro, autorizó, que de esos fondos enviados por la UE, se le entregaran a Solís en concepto de viático de transporte local, la suma de dos mil 420 dólares, justificando que el costo de movilizar localmente a 38 activista era de 63. 68 dólares por cabeza, lo que muestra claramente la alteración de los gastos.
Pagos en familia
La otra joya en las “decisiones ejecutivas” de Montenegro fue licenciar que se le pagara a Solís la cantidad de 300 dólares en concepto de honorarios por “facilitadora” de esa misma actividad, lo que en total son dos mil 720 dólares de un evento que fue presupuestado en tres mil 187. 88 dólares, lo que hace ver muy lucrativo tener un grupo de la “sociedad civil”.
Finalmente, la infaltable Violeta Granera, del MpN, no podía quedarse atrás en esta fácil oportunidad de quedarse con su buena “tajada”, y de acuerdo a la planilla que paga la Embajada de los EEUU a este “movimiento”, ella se queda con 10 mil 800 dólares en concepto de salario, de los 49 mil 920 dólares que le envía mensualmente el Tío Sam.
La diferencia con su servil más allegado, Benjamín Lanzas (cinco mil 940 dólares), es muy notoria y lo demás supuestamente se paga en salarios, renta y servicios básicos del mobiliario (dos mil 400 dólares mensuales), entre otras cosas que igualmente se valoran por encima de sus costos reales, en otra muestra de lo beneficios que les reditúa el dedicarse a ser oposición.