Un peñasco de aproximadamente 115 metros de largo, el tamaño de una cancha de fútbol, sepultó la aldea El Cambray II de Santa Catarina Pinula, a 15 kilómetros de la Ciudad de Guatemala. El hecho, de acuerdo con las autoridades municipales, ocurrió al filo de la media noche del jueves.
La tragedia es de tal dimensión que los expertos no se atreven a arriesgar una cifra de víctimas. “Por lo menos 68 viviendas están sepultadas. Esas son las oficialmente registradas, pero en los alrededores de la aldea había muchas covachas donde vivían las gentes más pobres”, dijo por teléfono el director de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (Conred), Alejando Maldonado.
Era una tragedia anunciada. “Desde 2008 esa zona fue declarada como ‘de alto riesgo’, dijo Maldonado quien puntualizó que la última advertencia a las autoridades municipales se hizo en noviembre de 2014. “La zona de la tragedia está marcada en rojo en ese informe”, puntualizó.
En el lugar de la tragedia, socorristas ayudados por los vecinos tratan de rescatar a posibles sobrevivientes, cuyas expectativas de vida se reducen con el transcurso de las horas. El Ejército ha desplazado al cuerpo de ingenieros con maquinaria pesada para agilizar las tareas de desescombro. El portavoz de la institución armada, el coronel Hugo Rodríguez, dijo a Emisoras Unidas que 250 militares, expertos en la atención en caso de tragedias naturales, se encuentran en el lugar.
Las ambulancias tienen graves problemas para salir del lugar, ante el colapso de tránsito que se registra en la zona. Los supervivientes presentan lesiones propias de una tragedia de esta naturaleza, como fracturas en sus extremidades y costillas, mientras que a la morgue han ingresado ya seis cuerpos rescatados entre los escombros.