Diálogo sujeto a condiciones de la derecha

Como si el accionar violento y delincuencial de la derecha no bastara, la continuidad del dialogo nacional para la paz en Nicaragua está sujeto a las dilatorias condiciones de la oposición golpista para su participación, que ahora reclama la presencia de organismos internacionales en el país.

En un comunicado, la Conferencia Episcopal -testigo y mediadora de las conversaciones- refirió que las tres mesas de trabajo a sesionar este lunes, relacionadas con verificación y seguridad, el tema electoral y judicial quedaron truncadas.

De acuerdo con la jerarquía católica, la llamada Alianza Cívica por la Justicia y Democracia (de la oposición derechista) condicionó su participación hasta tanto el gobierno invite al Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos y a la Unión Europea (UE).

En tanto, la delegación del gobierno informó, según la fuente, que debido a la inexistencia de condiciones en el país y por sus procedimientos internos a cumplir, no ha sido posible hacer dichas solicitudes.

De esa manera, la Conferencia Episcopal acordó solicitar al gobierno enviar de manera urgente y a la mayor brevedad posible la invitación oficial y formal al alto comisionado y a la UE. Asimismo consideró de vital importancia solicitar a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos enviar asesoría técnica para la Comisión de Verificación y Seguridad.

Dichas invitaciones, indicó, abonarán indudablemente a que se comience a trabajar en la estabilidad social de Nicaragua.

En tal sentido, los obispos señalaron que cuando el gobierno envíe las copias de las citadas invitaciones y los organismos internacionales transmitan la recepción de las mismas, convocarán inmediatamente las mesas de trabajo y consecuentemente a la plenaria del diálogo.

A su vez, el gobierno expresó su preocupación por la escalada de violencia desatada hace dos meses en el país.

“Con toda seriedad y responsabilidad plateamos nuestra gravísima preocupación por la trágica escalada de violencia que sufre el pueblo, y que las familias denuncian y condenan, consternados e indignados por el drama que viven, con todos los crímenes de odio que se cometen a diario”, manifestó el Ejecutivo en una nota de prensa.

Las familias trasmitieron al gobierno sus prioridades, entre las que se encuentran la seguridad, el cese de toda violencia, la paz y reconciliación, según refirió el canciller, Denis Moncada, al leer el texto.

También informó que la delegación gubernamental asistió a las tres mesas de trabajo convocadas por la Conferencia Episcopal, donde ratificó su propuesta de trabajar para alcanzar acuerdos verificables de paz, seguridad y reconciliación.

Fieles a los sentimientos del pueblo ratificamos esta propuesta que procura establecer, desde comisiones locales, mecanismos y compromisos válidos, aplicables de inmediato, puntualizó la administración.

Ello, según refiere, con el objetivo de frenar la ola terrorista de crímenes, secuestros, torturas, vejámenes, amenazas, intimidación, quemas de viviendas y atrocidad sin límites, que atentan contra la vida y dignidad de las personas.

El Ejecutivo sostuvo que en la sesión plenaria del diálogo reiterará ese planteamiento, que recoge el sentir del pueblo nicaragüense, que urge seguridad y paz.

De igual manera se comprometió a trabajar sin descanso para frenar la violencia y restablecer un modo de vida seguro y pacífico, así como los valores, cultura y prácticas de familia, cristianismo y solidaridad.

Nicaragua lleva dos meses sumergida en una severa crisis sociopolítica, que estalló en medio de protestas contra reformas del gobierno al seguro social, más tarde derogadas, pero que no detuvo la ola de violencia, a las cuales se sumaron otras demandas políticas de parte de grupos golpistas.

 

Fuente: Prensa Latina.

 

 

 

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