¿Dónde están los jubilados que pidieron el golpe de Estado?

¿Dónde están los jubilados que enviaron a sus hijos a enfrentar violentamente a la policía y a destruir valiosas instalaciones públicas en defensa de sus pensiones? ¿Qué organización de ancianos movilizó a los estudiantes de varias universidades privadas? ¿Cuántos viejitos afectados por las reformas del INSS pidieron botar al actual gobierno sandinista?

La verdad que no hemos visto a ninguno, salvo a los viejos opositores de ambos sexos –uno de ellos, Ana Quiroz, resultó herida en la cabeza de una pedrada y la policía no tira piedras-, que no necesitan pelear por ninguna pensión porque cada año reciben millonadas de dólares de los sectores ultraderechistas de Estados Unidos y la Unión Europea.

Es algo que llama la atención y que confirma lo denunciado desde hace varios años por Nicaleaks en el sentido de que el MRS, con apoyo extranjero y local, estaba urdiendo un plan desestabilizador que llevara a la caída del gobierno del presidente Daniel Ortega mediante la aplicación de un “golpe blando” o “revolución de colores”.

La National Endowment for Democracy (NED), la principal agencia desestabilizadora de Estados Unidos y considerada la CIA pública del gobierno norteamericano, aporta centenares de miles de dólares a sus agentes en Nicaragua, entre ellos dirigentes del MRS, CINCO, Movimiento por Nicaragua, la Fundación Violeta Barrios de Chamorro y varios ONG que dicen defender los derechos humanos.

Wikipedia reseña al respecto: “Según el New York Times «se creó (…) para llevar a cabo públicamente lo que ha hecho subrepticiamente la Central Intelligence Agency (CIA) durante decenios. Gasta 30 millones de dólares al año para apoyar a partidos políticos, sindicatos, movimientos disidentes y medios informativos en docenas de países».

¿Sabrán lo anterior los estudiantes que fueron lanzados a enfrentar a las autoridades del orden interior?

¿Y qué hay del International Republican Institute (IRI), un engendro del Partido Republicano que también financia con millones de dólares el terrorismo y la desestabilización en innumerables naciones, entre ellas Nicaragua? Al igual que otras de su clase, utiliza la fachada de ONG.

También está el National Democratic Institute (NDI), otro instrumento de las élites norteamericanas para imponer su voluntad en todo el planeta. El MRS y las ONG opositoras reciben centenares de miles de dólares de esta organización.

Otro que ha metido las narices de lleno en Nicaragua es el multimillonario y especulador financiero George Soros, nacido en Hungría hace 87 años y residente en Estados Unidos. Este sujeto es fanático de un orden mundial impuesto por el imperio que le dio acogida.

Soros maneja varias fundaciones a través de las cuales distribuye miles de millones de dólares en el mundo para desestabilizar y botar gobiernos considerados hostiles a Estados Unidos. Entre 1979 y 2011, donó más de 8,000 millones de dólares a “causas relacionadas con la educación, la salud pública y los derechos humanos”, según la propaganda que distribuye.

A los grupos anteriores hay que sumar a la United States Agency for International Development (USAID), que se considera un organismo “independiente”, pese a que recibe directrices estratégicas del Departamento de Estado. En Nicaragua opera abiertamente financiando a la oposición y distribuyendo, a través de la Fundación Violeta Barrios de Chamorro, centenares de miles de dólares entre medios de comunicación y periodistas desafectos al sandinismo.

Hay muchas otras agencias cuya misión es garantizar el dominio político y económico de la ideología neoliberal sobre las naciones del mundo y que también aportan sumas sustanciosas a sus protegidos en Nicaragua.

Esos millones de dólares que entran para supuestas acciones sociales, ambientalistas, de salud, educación y defensa de los derechos humanos, entre otras fachadas, explican la capacidad de movilización mostrada en los diferentes departamentos del país donde hubo presencia de personas intentando derrocar violentamente al gobierno sandinista.

Con ese mismo dinero se han financiado cursos y entrenamientos de jóvenes reclutas del MRS y las ONG opositoras en desobediencia civil y manejo de redes sociales para la difusión y reproducción masiva de noticias falsas y ataques vulgares a los partidarios del gobierno.

Por eso es que no vimos a ningún jubilado -no politizado-, demandando un levantamiento contra el gobierno. No hacían falta. Solo sirvieron como excusa para tratar de destruir al país, al igual que habían intentado antes con los ataques al canal interoceánico, el incendio en Indio Maíz y los linchamientos virtuales en contra de figuras públicas que laboran para el gobierno.

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *