EI amenaza a los británicos

Un nuevo video de los jihadistas muestra a cinco hombres arrodillados y detrás a su verdugo diciendo que el premier británico es “un mandatario de una isla insignificante” y que los jihadistas van a invadir el Reino Unido.

 

Al frente de un pelotón de fusilamiento, con cinco hombres arrodillados y temblando, con claro acento de clase trabajadora inglesa, el enmascarado reivindica a Estado Islámico, se burla del primer ministro David Cameron, “mandatario de una isla insignificante”, amenaza con invadir el Reino Unido e imponer la ley religiosa islámica, la Sharia, y advierte a los británicos que “cualquiera que quiera venir a combatirnos terminarán como ellos”, momento en que la cámara enfoca a los condenados a muerte.

Con la arenga finalizada el enmascarado alza la pistola junto a los otros cinco combatientes, alaba a Alá y apunta a la cabeza de los condenados, presuntos agentes británicos. La ejecución misma no aparece en pantalla. En su lugar, un niño de unos cinco o seis años, cara angelical, y un uniforme militar similar a los de los ejecutores, dice “We will kill the Kuffar (no creyentes”) over here”, en acento inevitablemente infantil, pero aparentemente tan inglés como el del adulto.

El primer ministro David Cameron condenó el nuevo video del Estado Islámico y señaló que era una muestra “desesperada” del impacto que está teniendo la campaña militar en Siria e Irak. “Es un acto desesperado de una organización que comete las atrocidades más aborrecibles. Esta es una organización que está perdiendo terreno y la simpatía de la gente. Nos odian no por lo que hacemos sino por lo que somos, una nación democrática, tolerante, multiétnica sociedad. Sé que no nos van a intimidar. Puede que tome mucho tiempo, pero los venceremos”, dijo Cameron.

El video renovó el debate sobre la decisión británica de participar en la campaña aérea liderada por Estados Unidos en Siria, aprobada por una amplia mayoría parlamentaria hace poco más de un mes. En este período ha habido 11 ataques aéreos a cargo de la fuerza Aérea británica en Siria. El grueso de las incursiones aéreas ha sido contra las fuerzas de Estado Islámico en Irak donde los británicos están operando desde 2014.

La información oficial más reciente, compuesta de datos del Pentágono dados a conocer en diciembre, señala que ha habido más de 57300 incursiones desde el lanzamiento de la campaña aérea Inherent Resolve en agosto de 2014. Unas 8300 terminaron con bombardeos, la mayoría ejecutados en Irak. Según confirmó ayer el ministerio de defensa británico este patrón prosiguió en diciembre: la RAF (Fuerza Aérea Real británica) realizó unas 20 operaciones en Irak y seis en Siria.

La pregunta que formuló el líder de la oposición, el laborista Jeremy Corbyn, en el debate parlamentario de diciembre sobre la necesidad de extender la participación británica de Siria a Irak sigue sin contestar a la luz de estos números. La disparidad entre el número de salidas aéreas de aviones de combate y el de bombardeos (53.700 contra 8300) revela que la mayoría de las veces los aviones tienen que volver a la base sin hacer más que un reconocimiento porque no encuentran un objetivo militar concreto, algo que el mismo Barack Obama reconoció al decir que en esta guerra había “pocos blancos”.

En cuanto a la eficacia de este apoyo a las fuerzas iraquíes y sirias que luchan contra Estado Islámico los partes oficiales son optimistas. El domingo las fuerzas federales iraquíes recapturaron Radami que Estado Islámico había conquistado en marzo del año pasado. El 26 de diciembre una alianza de fuerzas árabes y kurdas hicieron lo mismo con la estratégica represa de Tishreen en Siria y a fin de año conquistaron dos pueblos en manos de Estado Islámico en Aleppo.

Estos avances le han permitido a la cancillería británica dar a conocer un gráfico en el que asegura que “se recuperó un 40 por ciento del territorio que Daesh (…Estado Islámico en árabe…) controlaba en Irak”, “miles de kilómetros en Siria” y “se destruyeron miles de posiciones de Daesh, incluyendo bunkers, fábricas de armamentos, campos de entrenamiento y resultaron muertos líderes y comandantes de la organización”. El mensaje del video de Estado Islámico/Daesh es que todo tiene un precio.

El enmascarado del video procura imitar a Mohammed Emwazi, conocido como el jihadista John, que apareció en videos que mostraban la decapitación de rehenes estadounidenses y británicos en 2014 y 2015. El jihadista murió en Siria en noviembre durante un ataque de un avión sin tripulación (drone) estadounidense. El nuevo enmascarado vendría a ser su reemplazante. Con un acento tan genuino como el jihadista John certifica la sospecha de que el enemigo está entre los mismos británicos. En la prensa británica circularon versiones que lo identifican al igual que al niño de seis años, pero más allá de su veracidad, el cálculo es que hay unos 750 británicos combatiendo en las filas de Daesh, la mayoría deseosos de ser los próximos “jihadistas John”.

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