Nicaleaks | Redacción
Dar pesar para estirar la mano y conseguir dinero. Así podría entenderse la actitud de Carlos Fernando Chamorro Barrios en los diversos foros internacionales de dueños de periódicos a los que asiste (no se pierde ni uno), pero sería una interpretación muy simplista.
Sí le interesa el dinero, tomando en cuenta el nivel de vida que lleva, sin embargo, la quejumbrosa presencia de Chamorro Barrios en el extranjero, muy distante de la soberbia que exhibe en Nicaragua, tiene un fin más oscuro: vender la imagen de que es víctima de una oprobiosa dictadura que apenas lo deja respirar.
La última comedia la representó hace algunos días en Austin, Texas, durante el 18° Simposio Internacional de Periodismo Online, donde llevó a escena una vez más el presunto martirio que sufren sus publicaciones y resto de la prensa que denominó “independiente” ante el “macondiano gobierno de Daniel Ortega”, según refritó uno de sus contertulios en el encuentro.
El “temeroso” viajero
Hay que aclarar que el simposio no tenía carácter político, aunque el obsesivo comportamiento de Carlos Fernando así lo interpretara. En estos encuentros se suele informar y discutir acerca de las últimas tendencias, temas e innovaciones del periodismo online.
Y en Austin, Texas, este señor que todos los días suelta su hiel a través de sus medios de prensa sobre el gobierno del presidente Daniel Ortega y el sandinismo, llegó incluso a decir que su vida corría peligro, pese a que cada mes hace varios felices y costosos viajes a Estados Unidos, Europa y otros destinos a evacuar su ponzoña en contra del FSLN.
En el fondo, este megalómano desea compararse con su difunto padre, que sí enfrentó a una verdadera y sanguinaria dictadura. El somocismo hace rato lo hubiera callado de la peor forma, aunque dudamos que se hubiera atrevido a soltar sus odios y frustraciones –aspira ser Presidente de Nicaragua-, a como lo hace actualmente con la mayor impunidad y bajo financiamiento de organismos foráneos como la USAID, NED, IRI, NDI, Soros, etc.
Llevan vida de jeques
Con jugosos salarios y prebendas inimaginables para los periodistas nicaragüenses (y latinoamericanos), Chamorro Barrios y los de su círculo más cercano –los que lo llaman Mr. President en las fiestas privadas-, han convertido sus denuncias en un lujoso modus vivendi que incluye vehículos de 70 mil dólares y mansiones en los residenciales más exclusivos de la capital.
El Grupo CINCO, aglutinador de varias empresas de Carlos Fernando Chamorro y Sofía Montenegro, es la fachada bajo la cual Confidencial, Esta Semana, Esta Noche y otros programas escritos y televisivos pasaron a ser parte del engranaje de medios de comunicación al servicio de las políticas más tenebrosas de sectores injerencistas del gobierno de Estados Unidos.
Payasos diabólicos
Los periódicos y programas televisivos, radiales y digitales pertenecientes a la esfera de influencia de políticos ultraderechistas de los partidos norteamericanos, son los que recogen y amplifican las “dolorosas denuncias” de Carlos Fernando, Vilma Núñez, Ana Margarita Vijil, Violeta Granera y otros opositores agrupados en las ONG opositoras y el MRS, cuya obra culminante fue la gestión de sanciones en contra del pueblo de Nicaragua y que obtuvo como respuesta la Nica Act.
De no ser por los peligrosos y hasta trágicos resultados que las acciones de Chamorro Barios y el grupito que azuza a la Ileana Ros-Lehtinen y compañía pueden dejar en contra de Nicaragua, el circo que monta este privilegiado hijo de la oligarquía podría mover a risa. Pero no hay razones para reír, el payaso es diabólico.