Apoyando los bombardeos de las fuerzas aéreas de Turquía contra las posiciones kurdas, EE.UU. ha cometido su peor error en Oriente Medio desde la invasión de Irak en 2003. Según afirma ‘The Independent’, con esta decisión Washington pierde a su aliado más eficaz en la lucha contra el Estado Islámico.
De acuerdo con los medios iraquíes, este sábado cazas turcos abrieron fuego contra las bases del Partido de Trabajadores de Kurdistán (PKK) en los montes Kandi y en diversos refugios y almacenes del grupo en el norte de Irak.
Kamran Karadaghi, comentarista kurdo y exjefe de gabinete del presidente iraquí, Jalal Talabani ha comentado a ‘The Independent’ que Washington ha aceptado que la aviación turca lanzara ataques contra los kurdos en Irak a cambio del permiso de Ankara de utilizar la base aérea de Incirlik para acciones contra los yihadistas.
«Los estadounidenses no son muy inteligentes en este tipo de cálculos», dijo Karadaghi. «Tal vez creen que porque tengan a Turquía de su lado no necesitan a los kurdos», añadió el experto.
El periódico destaca que hasta el momento el aliado más eficaz de EE.UU. contra el Estado Islámico en Siria ha sido el Partido de la Unión Democrática (PYD), la rama siria del PKK, que logró poner fin al asedio del EI a la ciudad de Kobani y ha conseguido una serie de victorias contra el grupo yihadista.
No obstante, a pesar de aliarse con los kurdos en Siria, al mismo tiempo Washington denuncia a su organización madre, el PKK, como «terrorista». Así, el portavoz de la Casa Blanca, Ben Rhodes, ha declarado esta semana que «Turquía tiene derecho a tomar medidas en relación con objetivos terroristas».
Los politólogos, por su parte, advierten que el Estado Islámico podría beneficiarse de la reanudación del conflicto entre la minoría kurda y el Gobierno de Turquía, que hasta el momento mantenían el alto de fuego acordado desde hace dos años, ya que algunos combatientes del PYD en Siria ahora volverán a la lucha contra el Ejército turco.