Con el tiempo en su contra ante el anuncio que en los próximos días podría hacer el Consejo Supremo Electoral (CSE) dando por iniciada oficialmente la campaña electoral, las agrupaciones que lideran el PLI y el PLC , si bien dicen estar negociando cómo unificar una “ideal” fórmula presidencial, aún “sangran” rencillas pasadas que se agrandan con rivalidades presentes.
Llama la atención que las pláticas “secretas” se realicen entre el cabecilla del grupo del PLI, Eduardo Montealegre, y Noel Vidaurre, quien es el candidato a la presidencia por la alianza del PLC, cuyo caudillo es Arnoldo Alemán, el que al parecer tiene mucha confianza en el conservador que representará a sus correligionarios en los comicios del 2016.
Sobre las presuntas conversaciones entre estas dos agrupaciones liberales, en las que extrañamente un conservador lleva la “voz cantante” por el PLC, tanto Vidaurre como Montealegre afirman que han conversado en torno a la “unidad liberal”, incluso aseguran haberse reunido en dos ocasiones y que las pláticas actualmente están por “buen camino”.
Un “buen camino” con abrojos
Sin embargo, ninguno de los dos interlocutores da alguna pista de hacia dónde se dirige ese “buen camino”, y al parecer esta información se maneja a nivel de cúpula del PLI y PLC en ambas agrupaciones, puesto que ni los que encabezan sus respectivos organismos aliados, ni las bases a nivel general de las dos coaliciones, saben qué es lo que se está negociando.
Al ser abordados sobre la temática o agenda elaborada para estas pláticas, el jefe del PLI. Eduardo Montealegre, y el conservador del PLC, Vidaurre, evaden la pregunta con el mismo cuento de que “están sus alianzas anuentes a participar unificadas para las elecciones y que los acercamientos entre ambas agrupaciones continuarán”, dejando claro con ello que no hay ni podrá haber entendimiento entre ellos.
Como es ya conocido de todos, las incompatibilidades institucionales como personales entre estas facciones, son motivadas por sus caciques (Alemán y Montealegre) quienes no quieren perder el “liderazgo” y menos cuotas de poder en una alianza electoral entre bandos, que se conocen bien y saben de “puñaladas” asestadas de forma mutua en tiempos no muy lejanos.
Rectos vs. escabrosos
En este sentido, el candidato a la vicepresidencia por el PLC, Miguel Rosales, como una forma de “librar su cubo” dice estar dispuesto a formar parte de la fórmula, dejando la candidatura presidencial entre Vidaurre contra quien proponga el PLI, “hueso” por el que Montealegre pelea, y que será uno de los principales obstáculo para que no se de esta unificación.
Otra “campanada” que seguramente pondrá en alerta a Montealegre, son las declaraciones de Rosales donde destacó que “la fórmula presidencial del PLC no tiene un pasado escabroso”, y por eso las personas de diferentes partes del país los apoyan y tienen mucha aceptación, dejando entrever que la gente del PLI tienen muchos “trapos sucios” que les pueden sacar.
El joven pupilo de Arnoldo Alemán parece tener bien aprendida la lección de su mentor, y sobre todo las diferencias existente entre su maestro y el jefe del PLI, por lo que a las expresiones anteriores agregó que en el seno de los “rojos sin manchas no tenemos un pasado que nos encadene, sino que somos gente íntegra, con prestigio”.