España y Colombia quedan en paz

Con más jolgorio en la grada que fútbol distinguido en la pradera, España evitó un azote de Colombia en un encuentro de empacho tras un atracón de temporada para todos. Ese fue el único brindis en una Murcia de fraternal hermanamiento entre españoles y colombianos. Unos y otros más o menos entretenidos con un partido con más cartel que vistoso, aunque no hubiera jugador que se tomara el choque a chufla. La FIFA obliga y en La Condomina se liquidó sin accidentes un duelo tan inoportuno como peligroso por su encaje con fórceps en este calendario infinito que se ha procurado el fútbol.

A falta de una catarata de emociones, de entrada otra vez alboroto con Piqué, silbado en Murcia como si fuera cafetero. Un cante para España que ni alivia el propio jugador y que nada suaviza el seleccionador cuando le cita en un aparte en público. Lo hizo Lopetegui en el entrenamiento del lunes. Y con taquígrafos. El mando se da, la autoridad se gana sin necesidad de focos.

Contra Piqué hubo piquetes en La Condomina mientras sonaba Shakira en los altavoces, crónica en rosa de un partidillo algo verde, fechado a trasmano, con los muchachos en modo vacacional. Todo un engorro sí, pero el fútbol de selecciones transita en el camión escoba y citas como esta son de teloneros, por más que se alisten Iniesta o James. Lo mismo da la coreografía, el fútbol sin depósito emocional se queda hueco, limitado al examen de los técnicos y sus probetas, con una ruleta de cambios que distorsiona la trama. Los fin de curso nunca fueron ni siquiera amistosos, al menos para una España con reto mundialista en unos días en Skopje antes de bajar del todo la persiana. Nada gordo le espera a Colombia hasta finales de agosto cuando retome la fase de clasificación para Rusia 2018.

Lopetegui, condicionado por la ausencia de los madridistas que tuvieron carrete en Cardiff y con la cita oficial de Macedonia a la vista, remendó una alineación con buenos jugadores, pero poco fetén. Un apaño para el trámite frente a una Colombia a la que la FIFA puntúa ya en el quinto puesto del ranking mundial. Un buen equipo de gente muy cuajada que apunta al segundo estirón del fútbol colombiano tras aquella descarada y jovial prole de Higuita, Valderrama, Asprilla y compañía. Con Pekerman al mando el equipo tiene más hueso y es menos chisposo, pero sabe competir. Lo hizo frente a una España B, cosida con hilos de aquí y de allá, a la que de inicio solo Silva le puso el lazo con su gol tras una asistencia de Pedro mientras Iniesta se retorcía en el suelo por una entrada. Ni el canario ni el manchego comparecieron tras el descanso: Macedonia espera el domingo.

El tanto de Silva, máximo goleador en la era Lopetegui con siete tantos, apenas fue un espasmo. Además de un despertador para el equipo amarillo, que se activó mejor hasta destemplar a Reina, calamitoso en los dos goles visitantes. De entrada se enredó con Azpilicueta en un tuya o mía que terminó por embocar Cardona. De vuelta del descanso dejó la puerta abierta de par en par para el remate de Falcao tras un córner en el que el guardameta español discutió consigo mismo: salgo pero me quedo, voy y no voy. A Falcao, renacido en Mónaco, nunca le faltó cabeza.

Antes de la hora, Lopetegui ya había realizado cinco cambios, con pista para Saúl, Asensio, Monreal, Morata y Deulofeu, y luego para Vitolo. Con tanto relevo la Roja no acabó por tener poso, pese alguna oportunidad de Morata y el buen manejo de Asensio, la mejor noticia del curso para España. Ante esta Roja un poco desteñida, durante un buen rato Colombia fue más Colombia, sabedora del prestigio del reto, como acentuó James con sus arengas a la numerosísima parroquia de cafeteros. Bien pertrechada alrededor de Abel Aguilar y Carlos Sánchez, que tienen muchas horas de vuelo, la selección de Pekerman no tuvo demasiados apuros frente a un adversario con más empeño que luces. Hasta que Morata metió la cabeza de maravilla tras un centro de Saúl. Un respiro para España cuando se veía abocada a la primera derrota de la etapa de Lopetegui tras nueve partidos. En un encuentro que no se rebobinará apenas al menos evitó una tacha. A estas alturas de la temporada y dadas las circunstancias, más que suficiente. España y Colombia despejaron con mano izquierda el marrón y quedaron en paz.

Fuente: EL País

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