«Estados Unidos está armando todo un escenario de guerra en Latinoamérica»

* La violencia generada en Nicaragua «es un plan de golpe de Estado» y parte de una estrategia general de la Casa Blanca. «Mientras más rápido debiliten a los países que integran la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), más rápido recolonizarán Latinoamérica».

«Estados Unidos está armando un escenario de guerra en Latinoamérica, que luego amenazará a todos los países de la región, incluso a los que hoy se prestan para los planes contra Venezuela», aseveró a este medio la periodista argentina Stella Calloni.

Para la analista, la gira del vicepresidente estadounidense, Mike Pence, «intenta garantizar los apoyos para que la invasión a Venezuela no sea solo de Estados Unidos, sino que lo acompañen Argentina, Brasil, Colombia, Perú y Panamá, donde ingresaron marines a principio de año.

También se ha anunciado que Brasil entregará a Washington el control de la base de lanzamiento Alcántara, ubicada en el estado de Marañón y que opera la Fuerza Aérea.

Además, Calloni, estudiosa de la geopolítica de EE.UU. en la región, detalla que la violencia generada en Nicaragua «es un plan de golpe de Estado» y parte de una estrategia general de la Casa Blanca. «Mientras más rápido debiliten a los países que integran la Alianza Bolivariana para los pueblos de Nuestra América (ALBA), más rápido recolonizarán Latinoamérica», dijo.

Una nueva fase de agresión

La visita de Mike Pence a Brasil y Ecuador supone el «inicio de una nueva fase de agresión diplomática contra Venezuela», señaló Julio Chávez, integrante de la Asamblea Nacional Constituyente (ANC). Así, el constituyente estima que Washington intentará «convencer» a gobiernos vecinos de que apoyen la estrategia de «asfixiar a la economía venezolana».

Para el dirigente político, EE.UU. visita Brasil, no solo por su cercanía fronteriza con Venezuela, también por su peso económico. Mientras que en el caso de Ecuador, según su opinión, la Casa Blanca apela al apoyo que pueda ofrecerle un presidente (Lenín Moreno) que «traicionó» los postulados de unidad regional enarbolados por la ‘revolución ciudadana’ iniciada por el exmandatario Rafael Correa.

«Seguramente, Estados Unidos contará en esta nueva fase diplomática con la beligerancia de Ecuador, Brasil, Colombia, Chile y Perú; países que encabezan las agresiones hacia nuestro país», indicó el constituyente.

La reacción oficial de Venezuela

El canciller de Venezuela, Jorge Arreaza, escribió un mensaje en su cuenta Twitter en el que calificó al vicepresidente Pence como un «violador de derechos humanos de inmigrantes latinoamericanos».

Para el jefe de la diplomacia venezolana, la visita resulta irónica e hipócrita, en momentos en que Washington se encuentra en el ojo del huracán, por la deportación y separación violenta de las familias migrantes latinoamericanas.

En este sentido, Arreaza acusó de «racista» al gobierno de Donald Trump y condenó que Pence viaje a la región solo para «inmiscuirse» en asuntos que le son ajenos.

Tres días antes de anuncio de la gira a Suramérica, Pence aseguró haber conversado con el presidente electo de Colombia, Iván Duque, sobre la supuesta «crisis humanitaria» en Venezuela. Además, adelantó que el nuevo mandatario colombiano se comprometió con EE.UU. a «seguir presionando» a Caracas para «la restauración de la democracia».

Hay que tener en cuenta que Colombia, considerado un aliado estratégico de EE.UU., le permitió al Pentágono la instalación de siete bases militares en su territorio.

Una línea de fuego

En las últimas horas, cascos blancos argentinos fueron movilizados a la frontera de Colombia con Venezuela (Cúcuta) para supuestamente «ayudar en casos de desastres», comentó Stella Calloni.

Varios medios locales reseñaron esa información, asegurando que los cascos blancos de Argentina se movilizaron, a pedido del gobierno de Colombia, para atender a los venezolanos que cruzan la frontera.

Pero Calloni cree que no es poca cosa, ya que «el gobierno de Mauricio Macri se ha puesto en la primera línea de ataque a Venezuela». En ese sentido destacó que, a sugerencia de Estados Unidos, Argentina creó una fuerza de despliegue rápido. Además firmó un convenio con Panamá para supuestas tareas logísticas.

«Tras la visita de Rex Tillerson, también se comenzó a hablar de la instalación de una base militar logística estadounidense en Tierra del Fuego, y existe un plan para instalar otras cuatro», precisó la periodista.

Escalada de las agresiones

El internacionalista Basem Tajeldine opina que el actual contexto parece «servido para que Estados Unidos escale la agresión hacia Venezuela». Dentro de la región, dijo el analista, el gobierno de Trump «cuenta con un grupo de países aliados, que se han prestado a la geopolítica imperialista, a la neodoctrina Monroe».

Además, Tajeldine considera que las políticas injerencistas de Estados Unidos «fracasaron en Siria» y también en Corea del Norte, a pesar de que los medios quieran vender la reunión entre Trump y Kim Jong-un «como un acuerdo de paz».

Según el internacionalista, EE.UU. considera que en América Latina «no hay espacio para negociar, sino para imponerse de forma brutal». En este sentido, explica que el bloqueo financiero aplicado contra Caracas le ha servido a Washington para publicitar «una supuesta crisis humanitaria». Un argumento que llevaría a EE.UU. «a una intervención total».

Además, Basem Tajeldine señala que las sanciones impuestas por Estados Unidos y la Unión Europea contra individuos que ocupan cargos públicos, «esconden la verdadera sanción, que es contra todo el pueblo venezolano. Se trata de un bloqueo criminal con el país».

Alertas de intervención militar

Visto el contexto de la gira de Mike Pence, la investigadora Stella Calloni se pregunta: «¿Qué cosa esperamos que Estados Unidos haga contra Venezuela, si ya lo han intentado todo?». Y se responde: «A Estados Unidos solo le resta la intervención militar».

Venezuela debe estar más alerta que nunca, apunta la periodista, y debe vigilar la gira de Pence. «No se trata de que no podamos resistir, pero nuevamente la región está a punto de perder la soberanía que había alcanzado la década pasada», expresó Calloni.

 

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