Rafael Leonardo Callejas Romero, expresidente de Honduras (1990-1994) viajó este lunes a Miami, Florida, para entregarse voluntariamente a la justicia de Estados Unidos para enfrentar 15 acusaciones de sobornos en negocios del fútbol mundial. Esto lo ha convertido en la figura política de América más importante involucrada en el escándalo de corrupción de la Federación Internacional de Futbol Asociado (FIFA).
Callejas, de 72 años, integrante del gobernante Partido Nacional (PN), es acusado de haber recibido presuntos sobornos por más de 600.000 dólares para otorgar contratos internacionales de televisión en torneos de fútbol con la participación del seleccionado de Honduras.
El presidente hondureño, Juan Orlando Hernández (también del PN), destacó este lunes la nobleza de Callejas por decidir enfrentarse a la justicia. “Es triste por lo que está pasando él y su familia, creo que hay que reconocer su hidalguía”, afirmó en conferencia de prensa. “Fue algo de mucha hidalguía decir: ‘bueno yo voy a enfrentar la justicia, así lo han hecho otros, no anduvo quejándose en los medios’”, agregó el mandatario tras solidarizarse con Callejas y aseverar que espera que el sistema de Estados Unidos imparta justicia.
Arturo Corrales, el ministro de Relaciones exteriores aseguró que Callejas “viajó en un vuelo privado”. La nave despegó del aeropuerto internacional de Toncontín, en Tegucigalpa, y aterrizó en una terminal aérea de Opa-locka, una ciudad del condado de Miami—Dade, donde fue recibido por alguaciles y un fiscal que le detuvieron y esposaron, de pies y manos, para trasladarlo a una prisión de esa ciudad y sin que se descarte que sea trasladado a Nueva York, informó el periódico La Tribuna, de Honduras.
“No es ningún avión facilitado por el Gobierno de Honduras, no es un avión relacionado con alguna autoridad del Estado de Honduras, tampoco es un avión de autoridad de Estados Unidos, es un avión que se dedica a dar este tipo de servicio. Un grupo de amigos decidieron que era la mejor forma de colaborar con esta decisión que él (Callejas) mismo ha tomado”, dijo Corrales a medios hondureños.
El ministro recalcó que todo fue un proceso de entrega que se coordinó desde hace varios días con la embajada de Estados Unidos en Honduras, el Departamento de Justicia de aquel país y la cancillería hondureña. “Es un vuelo que él tomó por iniciativa propia con pleno autonomía en su actuar hasta el último momento. Estuvo coordinado entre las autoridades hondureñas y las autoridades norteamericanas, más el concurso legal del expresidente Callejas”, contó.
La Corte Suprema de Justicia de Honduras tenía hasta el 15 de diciembre para pronunciarse sobre la solicitud de extradición de Callejas presentada este mes por Estados Unidos. Por consejo de sus abogados en Honduras y Estados Unidos, el ex jefe de Estado prefirió eludir ese proceso y entregarse en forma voluntaria.
Callejas, presidente de la Federación de Fútbol de Honduras (Fenafuth) durante 13 años hasta 2015 y miembro de una comisión de mercadeo de la FIFA, está entre 16 dirigentes de la Confederación de Norte, Centroamérica y Caribe de Futbol Asociado (Concacaf) señalados, a inicios de este mes por el Departamento de Justicia de Estados Unidos, como sospechosos de recibir 10 millones de dólares en sobornos de contratos televisivos con una empresa internacional y otras transacciones durante varios años.
Otro de los que serán enjuiciados es el también hondureño Alfredo Hawit Banegas, sustituto de Callejas en la Fenafuth y quien este año asumió por segunda vez como presidente de Concacaf. Hawit, vicepresidente de FIFA, cayó preso a principios de este mes en Suiza junto al paraguayo Juan Ángel Napout, presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol) y también vicepresidente de FIFA.
Ambas detenciones son parte de la cadena de escándalos de corrupción que sacuden a la FIFA desde finales de mayo, cuando se produjeron una serie de arrestos de numerosos dirigentes de la organización. Algunos de los detenidos permanecen en Suiza y otros ya han sido extraditados a Estados Unidos, como supuestos involucrados en la misma trama de corrupción.