Freedom House no podrá en Nicaragua

Freedom House tiene un tenebroso pasado en América Latina y sobre todo en la Centroamérica de los años 80 del siglo XX, donde apoyó el genocidio impulsado por Ronald Reagan. A esa ONG financiada por el gobierno norteamericano pertenece Carlos Ponce, expulsado este miércoles de Nicaragua.

 

Freedom House es una de las organizaciones con fachada de defensora de los derechos humanos, que utiliza la ultraderecha norteamericana entronizada en las altas esferas gubernamentales, a fin de dar un cariz democrático a enormes atrocidades.

En 1982 los observadores de Freedom House calificaron de “admirables” los comicios en El Salvador, pese a las numerosas evidencias de la violación de los derechos humanos ahí constatadas durante ese período.

El descaro de la organización a la que pertenece Carlos Ponce en 1982 fue tal, que cuando la administración Reagan ya no pudo tapar las informaciones de los medios sobre asesinatos de civiles por parte del ejército salvadoreño, la Freedom House denunció el “desequilibrio” de las informaciones sobre El Salvador.

Dicha manipulación fue para proteger al gobierno norteamericano de las críticas por su apoyo al régimen salvadoreño. Además, la Freedom House tomó parte en la campaña en favor del partido de extrema derecha ARENA, que participó en la liga anti-comunista y tiene responsabilidades claras en masacres en El Salvador y en el asesinato de monseñor Óscar Arnulfo Romero.

En la época actual Freedom House no ha cambiado mucho. Ponce se queja ahora ante los medios de la derecha en Nicaragua, en particular La Prensa y Confidencial, ambos de la familia Chamorro, que la noche del 2 de febrero, al ingresar por el aeropuerto internacional de Managua, agentes de seguridad le explicaron que no podía ingresar al país por decisión administrativa. 

Con la prepotencia que caracteriza a muchos ciudadanos del imperio, confiesa que “Él les exigió le explicaran cuáles eran esos argumentos, sin embargo no hubo respuesta”.

La Prensa señala que luego “los agentes de seguridad alegaron que fumigarían el aeropuerto, y trasladaron a Ponce a un hotel capitalino…”. No creemos que ese sea el caso, pero es que en las terminales aéreas se mete cada alimaña…

La última gran hazaña de Freedom House ocurrió en Venezuela, donde recuerdan que dicha ONG ha actuado como brazo aliado de la Central de Inteligencia Americana (CIA), en su incansable labor por derrocar a los países que no se alinean con la política de Estados Unidos.

“A pesar de los fracasos de la oposición, Freedom House continúa con sus operaciones, parte del incremento exponencial de operaciones psicológicas dirigidas desde Washington contra Venezuela en particular y América Latina en general. Su injerencia no es nueva en Venezuela: Durante el zarpazo a la democracia venezolana en 2002, la organización estadounidense admitió: “trabajábamos con los que buscan detener la dirección autoritaria del gobierno de Chávez”.

“La oficial principal de programas de FH para América Latina, Viviana Giacaman, atiende Venezuela y cumple la función de asesorar a la oposición y planificar la desestabilización y subversión en los países del ALBA. Tras el fracaso de la candidatura presidencial de Henrique Capriles Radonsky, continúa con técnicas de operación sicológica nada originales, las mismas que fueran aplicadas anteriormente en Panamá, Nicaragua, Ecuador y El Salvador”, escribió en 2012 Álvaro Verzi Rangel, investigador del Observatorio en Comunicación y Democracia.

Fredom House ha conspirado abiertamente durante distintos periodos electorales en Venezuela y ahora Ponce creyó ver una puerta abierta en Nicaragua.

Verzi Rangel escribió en torno a uno los planes injerencistas de Freedom House:” El mismo trataba de garantizar acciones internas que justificaran el plan de agitación, desinformación y propaganda que ya había sido establecido con los medios internacionales, dirigida a presentar una imagen de una supuesta ventaja del candidato opositor con envíos masivos de twitter hacia el exterior “informando” al mediodía la tendencia favorable a Capriles, que a partir de las dos de la tarde tratarían de consolidar una matriz de opinión sobre una tendencia irreversible y luego la victoria de Henrique Capriles Radonski”.

¿Saben que planearon hacer en Venezuela en 2012? Instruyeron a grupos de estudiantes derechistas -Voto Joven, Defiende tu Voto y Manos Blancas-, a organizar “focos” de protestas en las calles para crear actos de violencia y vandalismo que según ellos, obligarían a ejercer la represión. ¿Les parece conocido?

Giacaman informó a sus “asesorados” que ella estaba en contacto permanente con la Embajada norteamericana en Caracas, con sus jefes en Washington (el Departamento de Estado y la Casa Blanca, citó), así como con otras organizaciones, con el objeto de garantizar que el presidente Barack Obama oficializara una Declaración Pública (prevista para las 18:00 horas de Venezuela), según la cual reconocería la supuesta victoria de Capriles. Un paso previo para preparar un escenario de subversión y guerra, tipo Libia o Siria.

Por lo anterior es  que quizás traicionado por el subconsciente, Carlos Ponce se queja ahora de que en Nicaragua “He sido tratado como un criminal…”.

Por los antecedentes de Freedom House, no queda ninguna duda de que ante la proximidad de las elecciones presidenciales en Nicaragua, Carlos Ponce haya sido enviado como avanzada para -haciendo uso de su fachada de organización de derechos humanos-, descalificar al gobierno del presidente Daniel Ortega, teniendo como coro bien afinado a las ONG opositoras y a los medios de comunicación que están en la misma sintonía.

 

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