FSLN metido en el corazón del pueblo

La embajadora de Nicaragua en El Salvador, Gilda Bolt, disertó el lunes sobre el tema de “Nicaragua ante el reto del imperialismo actual”, como parte de la cátedra Simón Bolívar.

 

La embajadora destacó que la hegemonía revolucionaria ejercida por el sandinismo en el poder en Nicaragua, donde se aprecian grandes avances en la reducción de la pobreza y de la desigualdad social, la democratización de la economía, la instauración de un modelo político con protagonismo popular, la equidad de género, la protección de la Madre Tierra y la restitución de derechos del pueblo nicaragüense, se expresa en el gran respaldo popular sostenido con que cuenta el sandinismo desde hace ya varios años.

El Frente Sandinista de Liberación Nacional (FSLN) surgió de las necesidades del pueblo nicaragüense de tener una “Organización de Vanguardia “ capaz de lograr mediante la lucha frontal contra sus enemigos, la toma del poder y el establecimiento de un sistema social que liquide la explotación y la miseria que ha padecido el pueblo en el pasado histórico.

El objetivo del FSLN es obtener el poder político mediante la destrucción del aparato militar y burocrático de la dictadura y el establecimiento de un gobierno revolucionario basado en la alianza obrero-campesina y el concurso de todas las fuerzas patrióticas antiimperialistas y antioligarquicas del país.

Bolt reiteró que la gestión del actual Gobierno sandinista encabezado por el presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, ha garantizado este mejoramiento de las condiciones de vida del pueblo nicaragüense, en el marco de un sostenido crecimiento económico que tendrá su consolidación sustancial con la construcción y puesta en marcha del canal interoceánico.

Ahora que el imperialismo y las oligarquías nacionales a su servicio continúan y profundizan la contraofensiva con el objetivo expreso de restaurar en el poder a las fuerzas conservadoras de la derecha, el hecho que la izquierda latinoamericana y caribeña se mantenga unida en torno a este proyecto, adquiere particular vigencia y constituye una necesidad insoslayable para el futuro de los pueblos progresistas.

“La unidad en la diversidad, y la construcción de bloques amplios en torno a un proyecto político común, son condiciones indispensables para poder continuar librando y venciendo este combate. El antiimperialismo y la defensa de las identidades nacionales y regionales en torno a la construcción de un nuevo modelo político y social, ante la penetración económica e ideológica de los poderes imperiales, deben ser pilares que abracemos los hombres y mujeres que nos sentimos comprometidos con los ideales de los próceres de nuestra independencia”, afirmó la embajadora de Nicaragua.

Es necesario que los revolucionarios y progresistas del continente reafirmen la convicción que la defensa de lo alcanzado hasta hoy, independientemente de las limitaciones que se manifiestan en los procesos históricos y de los errores que puedan cometer los protagonistas de estas luchas, es un deber insoslayable; por lo cual es importante tener claro que el enemigo principal es el imperialismo y la derecha oligárquica aliada a este y que sirve a sus intereses, además de los criollos, y pretenden borrar las conquistas económicas, políticas y sociales alcanzadas; y por ende, la soberanía e independencia nacional conquistada.

 

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