Un nuevo vídeo de la celda de la que escapó Joaquín El Chapo Guzmán el pasado julio ha puesto sobre la mesa más detalles sobre la fuga del narcotraficante más poderoso del planeta.
Las imágenes disponibles hasta ahora, facilitadas por las autoridades mexicanas, no constaban de audio y se limitaban a las secuencias inmediatamente anteriores y posteriores al momento en que el Chapo desaparecía de la parte superior de la pantalla, descolgándose por el agujero del plato de la ducha. El nuevo vídeo, revelado por el programa de Televisa Primero Noticias, es más largo, muestra también imágenes del centro de control de la cárcel e incorpora el sonido de aquella noche. Se escuchan de forma nítida los golpes de martillo en la celda del Chapo durante los minutos previos a su escapada, ante los que los funcionarios que monitoreaban al narcotraficante permanecen impasibles.
La secuencia arranca alrededor de las 20:30 con el preso tumbado en su camastro, mirando la televisión desde un iPad. El volumen está alto, pero no lo suficiente para tapar el sonido insistente de un martilleo que se repite durante casi 10 minutos. El Chapo mientras tanto sigue mirando la televisión, con la manta hasta el cuello y la mano en la boca, mordiéndose las uñas a la espera de su inminente rescate.
Los funcionarios del centro de control de la prisión de máxima seguridad del Altiplano aparecen mirando las pantallas donde vigilan cada una de las celdas. Aparentemente, sin advertir los ruidos que salían de la celda de Guzmán, situada en una de las áreas de máxima vigilancia del penal.
El reo se levanta de la cama. Se dirige en dos ocasiones a la zona de la ducha, de donde provienen los martillazos, y que está fuera del campo de visión de las cámaras de vigilancia por razones de privacidad. A las 20:51, se escucha el sonido de un desprendimiento de tierra. Una voz desde el fondo del agujero de la ducha parece decir:
– Vamos
El Chapo se cambia de zapatos, se encamina por tercera vez al hueco de la ducha y desaparece. Los funcionarios permanecen impasibles durante 25 minutos. A las 21:17, uno de los agentes que se incorpora en su silla y llama a dos compañeros. Dos funcionarios se dirigen a la celda y llaman al preso:
– Guzmán Loera… Guzmán Loera… Guzmán Loera….
La pareja de custodios se comunica por teléfono con su superior. Le indican que Guzmán no está en su celda y que hay un agujero en el plato de la ducha. Dos minutos más tarde, otro agente entra en el habitáculo. Las autoridades no han precisado cuanto tiempo transcurrió entre el descubrimiento de la fuga por parte de los funcionarios y la activación de la alarma, el conocido como código rojo.
Hasta ahora hay más de 30 personas detenidas, incluidos altos funcionarios del penal. Acusados del delito de evasión, se encuentra Celina Oseguera Parra, la excoordinadora de prisiones del Gobierno federal y Valentín Cárdenas Lerma, exdirector de la cárcel de la que huyó el capo del Cártel de Sinaloa por un túnel el pasado 11 de julio.