Funcionarios expulsados realizaban labores ilegales y sospechosas

Los dos funcionarios norteamericanos que fueron expulsados del país por el Gobierno de Nicaragua, realizaban trabajos ilegales, propios de las autoridades de  aduanas, a quienes con su habitual arrogancia por su estatus de miembros de ese cuerpo diplomático de EEUU no informaban sobre sus sospechosas actividades que en cualquier país podría ser calificadas de espionaje.

 

Todo hace indicar que para este año de elecciones, los EEUU han intensificado su ya marcado “interés” en la política nuestra, sumado a los lamentos y las súplicas de sus aliados criollos (partidos políticos, grupos de la “sociedad civil” y medios de comunicación de derecha) para que intervengan de cualquier forma en los asuntos internos del país.

Es por eso que también fue expulsado el sujeto Evan Ellis, defendido a “capa y espada” por el “feudo gringo” en el país. Ellis ingresó al país con el disfraz de científico, pero su misión era la de recabar información sobre el canal para el Instituto de Estudios Estratégicos del Colegio de Guerra del Ejército USA, los que a su vez la remitirían al Departamento de Estado.

Tras la supuesta “sorpresa” del Departamento de Estado por la “injustificada” expulsión de sus dos funcionarios en Nicaragua y con el apoyo en el país de sus medios de comunicación, partidos políticos y grupos “civiles” aliados se dieron a la tarea de iniciar una campaña de desprestigio en contra del Gobierno, que dio una explicación justa por la aplicación de dicha medida.

En ese sentido, el mismo día de la expulsión de estos funcionarios, el embajador de Nicaragua en Washington, Francisco Campbell, ante la campaña insidiosa en contra del Gobierno sandinista, entregó al propio Departamento de Estado una Nota Oficial de nuestro país, en la que explica y detalla el porqué de la expulsión de estos funcionarios extranjeros.

De acuerdo al escrito oficial, el Gobierno de Nicaragua se sintió obligado de forma legal y legítima a la expulsión de ambos funcionarios del Gobierno de los EEUU, ya que aprovechándose du su pasaporte oficial realizaban labores de Seguridad y Certificación y Trámites de Mercadería hacia USA relacionadas con la lucha contra el terrorismo.

Cabe señalar que esta tarea la ejercían a su libre albedrío, ya que la realizaban sin que hubiera conocimiento, mucho menos coordinación alguna con nuestras autoridades competentes y propias del Gobierno de Nicaragua, que también hizo un llamado a las demás misiones diplomáticas a coordinar su trabajo a fin de facilitar eficacia y asegurar las medidas de protección necesarias.

La expulsión de estos tres enviados del  Departamento de Estado de los EEUU pone en evidencia la injerencia y violaciones a nuestra soberanía que ese país quiere realizar de forma enmascarada en nuestro país -sobre todo en un año de elecciones- con la doméstica y oficiosa colaboración  de sus asalariados en Nicaragua.    

 

      

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *