A pesar de las maniobras dilatadoras para sabotear las negociones por parte de los grupos golpista, el Gobierno de Nicaragua reiteró su disposición a mantener el diálogo nacional, que asegure la estabilidad, la justicia, el fortalecimiento democrático y la paz en el país.
En estos momentos el principal problema que afecta a Nicaragua y al que se aferra la oposición, son los llamados “tranques” que mantienen en zozobra a la población, al tiempo que obstaculizan las vías y con ello el derecho de los ciudadanos a su libre circulación.
Al respecto, en declaraciones emitidas por el canciller Denis Moncada, el Ejecutivo recuerda que desde el pasado lunes presentó una agenda aún pendiente de respuesta por parte de la oposición. El Gobierno señala que en dicha agenda recoge el clamor del pueblo, afectado por los tranques y bloqueos de carreteras y la violencia que coartan su derecho a trabajar.
En ese sentido, insistió en su llamado a eliminar todos los tranques, a lo no violencia en todas sus formas y a asegurar el derecho al trabajo, temas que considera indispensables para avanzar en las negociaciones. “Estos puntos no han sido respondidos por los grupos de oposición al Gobierno, participantes en el Diálogo Nacional”, subraya Moncada.
Asimismo, sostiene que el presidente de la República, Daniel Ortega, y el Estado están comprometidos con la investigación y aseguramiento de la justicia alrededor de los hechos de violencia acaecidos en el país desde el 18 de abril.
Igualmente el Gobierno ratifica su compromiso con el fortalecimiento de las instituciones y de la democracia, dentro del marco constitucional. Este mismo criterio lo comparte el Secretario General de la OEA, Luis Almagro, que fue convocado por la Conferencia Episcopal para que se integre al diálogo y presida una delegación de ese organismo, pero que ahora es declarado “non grato” por los golpistas.
Por otro lado, también expresa que espera por la convocatoria para participar activamente en la comisión de tres más tres, convocada por la Conferencia Episcopal, luego de que el diálogo fuera suspendido por falta de consenso entre las partes. “Seguimos comprometidos con soluciones, con la justicia, con la democracia, y con el respeto a la Constitución y a las leyes”, puntualiza el funcionario.
El impasse en el diálogo se produjo cuando las evasivas del bloque opositor en torno al reclamo de la representación gubernamental, se extendieron a largo de las intensas horas de negociación. Y es que para la delegación del Estado, antes de tratarse cualquier otro tema en la mesa, se debe abordar el derecho de la ciudadanía a la paz.