Golpe a Nicaragua por dejar de ser país empobrecido

 * En el último decenio, Nicaragua salió del hoyo de la miseria, esquivó formar parte del mortal Triángulo de la Muerte, evitó convertirse en un país ocupado por la industria del narcotráfico, y frenó la expulsión de sus habitantes hacia la mortal ruta del sueño americano. En consecuencia, no es socio del Plan de Prosperidad de los EEUU.

Nicaragua, el poético país de exuberantes lagunas y paradisíacas montañas, con sus más de 130 mil Km2 de extensión territorial, y un poco más de 6 millones de habitantes, es el país más extenso y menos poblado del conocido CA4 (países centroamericanos Guatemala, Honduras, El Salvador y Nicaragua).

Esta hermana siamesa de Haití en el infortunio, hasta inicios del siglo XXI, fue catalogado como el país más atrasado en el Índice de Desarrollo Humano (IDH), superado sólo por Haití.

Según informes actuales del Banco Mundial, la economía de Nicaragua creció en la última década en un promedio de entre 4 y 5 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) nacional.

Datos oficiales del 2017 de la CEPAL, en la última década, Nicaragua dejó de ser el país más empobrecido del Continente, después de Haití. Para 2014, mientras la pobreza en Guatemala y Honduras carcomían a un promedio del 60 por ciento de sus poblaciones respectivas, Nicaragua había logrado reducir la pobreza al 29 por ciento, y la extrema pobreza al 8 por ciento. En Honduras la extrema pobreza alcanza al 44por ciento de su población, y en Guatemala al 30 por ciento.

En la última década, Nicaragua, gracias a las políticas públicas de transferencia directa de recursos a los hogares, y a emprendimientos económicos familiares, se libró de ser deglutido por el monstruo de la violencia del Triángulo de la Muerte (Honduras, Guatemala y El Salvador).

En la última década, Nicaragua no fue noticia de estampidas migratorias, como sí lo son sus tres vecinos del Triángulo de la Muerte. Mientras las remesas para este país apenas representan cerca del 7% del PIB, en Guatemala u Honduras, las remesas representan entre el 13 y 15% del PIB respectivo.

Después de Cuba, Nicaragua es el único país del Continente Americano donde las viviendas no son presidios forrados de cercas eléctricas, cámaras de vigilancia, guardias privadas, etc. Es uno de los países más seguros del Continente, con una Policía Nacional Civil eficiente y educada (referencia para la región). Un país austero, seguro y ordenado.

Mientras en Guatemala, Honduras o El Salvador se asesinan violentamente casi una persona cada hora, en Nicaragua la violencia mortal es mínima. En Nicaragua no se habla de Estado fallido o cooptado por aparatos criminales (en Honduras y Guatemala, sí).

En resumen, en el último decenio, Nicaragua salió del hoyo de la miseria, esquivó formar parte del mortal Triángulo de la Muerte, evitó convertirse en un país ocupado por la industria del narcotráfico, y frenó la expulsión de sus habitantes hacia la mortal ruta del sueño americano. En consecuencia, no es socio del Plan de Prosperidad de los EEUU.

¿A quiénes no les conviene estos cambios? ¿Cómo puede la Policía Nacional, la más educada y eficiente de la región, de noche a la mañana transformarse en el aparato más represor y criminal? ¿Cómo un Gobierno, que con sus errores incluso, sacó a Nicaragua del agujero y lo convirtió en el país fenómeno en seguridad, ahora, en cuestión de días destruya todo lo avanzado? ¿Cómo la CIDH habla de 212 muertes durante las protestas, cuando el informe oficial indica promedio de 40?

La jerarquía católica y el sector empresarial, ex aliados del actual Gobierno del país, exigen adelanto de elecciones generales, en unísono con el Gobierno norteamericano y su OEA. Estos mismos sectores guardan silencio ante la sistemática crisis humanitaria de Haití. En Honduras y Guatemala conviven/promueven gobiernos que acrecientan la miseria y la corrupción.

Por otro lado, se financian a un grupo de chavalos de más de una decena de universidades privadas, para montarlos en plataformas de redes sociales, sin darse cuenta, en algunos casos, que son manipulados por los  “millennials”, hijos de veteranos oligarcas de Nicaragua. Estos veteranos saben que la miseria, el analfabetismo y la violencia son los mecanismos eficientes para dominar a los pueblos.

Por ello, a cuantos conocemos Nicaragua, más allá de las opciones ideológicas, nos indigna el teatro violento montado en el país con fines geopolíticos. Nicaragua debe volver al camino del cambio asumido en 2007, de lo contrario se convertirá en lo que actualmente son Guatemala y Honduras.

 

Fuente: TeleSur.

 

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