“Golpes suaves” que también matan

Botar gobiernos con sus ideas desde el Instituto Alberto Einstein, pareciera no importar mucho a Gene Sharp, un norteamericano señalado con mucha razón de dirigir una organización que sirve de fachada a la Agencia Central de Inteligencia (CIA), de los Estados Unidos.

El documentalista Ruaridh Arrow asegura que sus libros sobre presuntas revoluciones no violentas circulan clandestinamente en diversos países, aunque lo cierto es que no se sabe de restricciones para dichas obras, a las que se atribuye el colapso de gobiernos como el de Egipto, Túnez y Libia, entre otros.

Como buen agente, este anciano de 86 años ha tratado de pasar desapercibido, lo que justifica el hecho de que sean conocidas más las acciones sangrientas que ha inspirado, que su propio nombre.

Pero helo aquí en Nicaragua. Sharp tiene sus adeptos en nuestro país, aunque difícilmente admitirán que son golpistas de nuevo cuño a como aconseja el viejo agente de la CIA. De seguro, la mayoría de los que aplican sus falsos conceptos de “golpes suaves” no tienen idea de lo que están haciendo.

Están aplicando el manual

Pero la dirigencia de la oposición a todos sus niveles sí que lo sabe. Ha recibido cursos, capacitaciones y demás, donde les enseñan en primer lugar a conspirar contra el gobierno y sus instituciones, principalmente la Policía y sus órganos de Inteligencia.

Les han dicho cómo captar prosélitos y les han dado dinero para lograrlo. En un país donde todavía hay pocos espacios para lo lúdico, se trata de atraer a los más jóvenes con conciertos musicales, jornadas ecológicas, cursos de capacitación sobre lo que sea y solidaridad con diferentes destinos.

Alguien detrás de ellos administra conscientemente las 198 técnicas propuestas por Sharp como parte de su estrategia de una “revolución no violenta”.

Héroe de opositores

A Sharp se le atribuye la autoría de la estrategia detrás del derrocamiento del gobierno egipcio, que no tuvo nada de “suave” ni incruento.

Tras la “primavera árabe” y la “revolución de los colores” en Europa Oriental, ha ganado más popularidad entre los grupos opositores, sin importar el signo político.

Arrow, el documentalista que aquí citamos, señala que en 2009, durmió en la plaza Tahrir, en Egipto, donde los manifestantes leían su obra a la luz de linternas y a la sombra de los tanques del ejército del presidente Hosni Mubarak.

Mubarak rindió su rey dos años después tras violentos disturbios que provocaron más de mil muertes. ¿Habrá sabido que era víctima de una nueva teoría conspirativa nacida en las entrañas de Estados Unidos?

Por décadas, los políticos que buscan acceder al poder han hecho peregrinaje hasta donde vive Gene Sharp en busca de consejo.

Chávez advirtió del peligro

Sharp proporciona en sus libros una lista de 198 «armas no violentas», las que van desde el uso de colores y símbolos hasta funerales simulados y boicots.

Tras el «levantamiento verde» en Irán, en 2009, muchos de los manifestantes fueron acusados en sus juicios de utilizar más de cien de los 198 métodos de Sharp.

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, utilizó su programa semanal para advertirle al país que Sharp era una amenaza a la seguridad nacional.

Los voceros del gran capital han hecho apología de las ideas presuntamente inocuas de Sharp en cuanto al uso de la no violencia, aunque la verdad de las cosas es que las miles de personas que han entregado sus vidas proclamarían otra cosa si pudieran.

Lo presentan casi como “bondadoso”

Es fácil advertir la abundancia de sofismas cuando se quiere hacer pensar que existen métodos “suaves” para botar gobiernos. Se aprecia más como una invitación para que el agredido se duerma en sus laureles y no reaccione con premura ante el desarrollo de la conspiración creyendo que trata con “niños bien”, incapaces de hacer daño a través de las redes sociales.

Los promotores de la doctrina de Sharp se han cuidado de no mencionar los resultados en víctimas mortales de los golpes de Estado “no violentos” y si lo hacen, minimizan el número.

La respuesta mesurada de las autoridades de Nicaragua ha impedido que los neo golpistas eleven a la categoría de martirio la cruzada que vienen impulsando para tumbar al gobierno. Si nos asomáramos a sus marchas, quizás veríamos a sus líderes consultando el manual de Sharp para conocer qué dice al respecto.

 

 

 

 

 

 

 

 

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