El cadáver del chofer de la furgoneta donde encontraron a la niña asesinada estaba colgado de una cuerda al cuello.
José Octavio N., presunto asesino y violador de una niña de 11 años en México, ha aparecido muerto en su celda en la madrugada del jueves. El hombre, de 43 años, era el chofer de la furgoneta o combi a la que su padre la subió el viernes pasado, donde horas después la encontraron sin vida y con signos de abuso sexual. A las 5.00 de este jueves Octavio apareció colgado de un cordón, al parecer de la cortina, de uno de los barrotes. Las autoridades investigan si se trata de un suicidio o de un homicidio cometido en el interior de la prisión de Nezahualcóyotl (a las afueras de la capital mexicana), el mismo municipio donde sucedió el crimen de la menor.
En la celda estaban con él otros tres internos y fueron ellos quienes dieron aviso a los guardias de la cárcel. Pero el presunto homicida ya no respiraba. Estaba acusado de asfixiar y violar a una menor de edad, un caso que ha escandalizado a México estos días.
La niña, identificada como Valeria, de 11 años, fue localizada un día después de su desaparición con signos de violencia y de haber sido violada. Su padre la había subido a la camioneta que manejaba Octavio para evitar que se mojara. Eran solo seis calles.
El progenitor, Sergio Gutiérrez, explicó que, sobre las cinco de la tarde del jueves, iba con la niña a su casa en bicicleta por la colonia Benito Juárez de dicho municipio cuando, para resguardarla de la lluvia, la subió a la camioneta de transporte público, que iba vacía. El padre seguía al vehículo en la bici, pero en un momento el chófer aceleró «y desapareció». El hombre llegó a la parada y la niña no estaba. Tampoco había llegado a su casa.
Los padres denunciaron su desaparición y, sobre las dos de la tarde del día siguiente, unos vecinos avisaron a la Policía de que habían encontrado su cadáver dentro de una camioneta marca Nissan modelo Urvan. El chófer del vehículo, José Octavio N., fue localizado más tarde y detenido por homicidio.
El Ministerio Público precisó que el acusado tenía antecedentes penales en la Ciudad de México, donde había estado recluido en una cárcel por el delito de abuso sexual, y que estaba investigando si tenía alguna relación «con otras agresiones sexuales registradas en la zona oriente» del Estado de México (entidad que rodea a la capital). La madrugada del lunes José Octavio ingresó en la prisión local y esperaba desde ahí su proceso por feminicidio.
En 11 municipios del Estado de México existe alerta de género debido a la elevada incidencia de agresiones contra mujeres, entre ellos Nezahualcóyotl. El fin de semana en el que murió Valeria, cuatro mujeres más murieron asesinadasen distintas poblaciones de dicho Estado.