Lo dicho. Gerardo Sánchez y Frank Viales no lograron ponerse de acuerdo debido a que los dos se creen el centro del mundo. El estafador no soportó que un advenedizo supiera más que él de conspiraciones virtuales; y Viales, el hijo de un ex guardia somocista, considera que por ósmosis, él es la reencarnación del pensamiento de su progenitor, por lo tanto, sabe de lo que habla.
En la curiosa plática por Facebook de estos dos sujetos se cuestionaron hasta la edad. Ninguno llegó a creer en el otro y Sánchez le dijo que sabía más de lo que decía como simple ex miembro del Servicio Militar Patriótico.
Al final todo se reduce al delirio de persecución que tiene Gerardo Sánchez respecto a la Dirección de Información para la Defensa (DID), del Ejército de Nicaragua, a la que acusa de todas sus desgracias y de tener comprado al periodismo nacional y a la oposición. Vale decir que el estafador sí intentó sacar dinero a los militares ofreciéndose como “agente” para controlar a la oposición en Costa Rica. Pero esa es otra historia.
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