Los latinoamericanos saben de la importancia que tiene la visita del Papa Francisco a México. En materia religiosa, hay que tener en cuenta que dicha nación es uno de los países más católicos del mundo y que son fervientes seguidores de la Iglesia católica.
Pese a ello, durante años se han conocido casos de sacerdotes pederastas que han oscurecido la religión católica en el país. México y el Vaticano Durante más de 20 años, se han constatado cambios importantes en los vínculos entre México y el Vaticano. Las transformaciones y nuevas circunstancias en ambos son notorios.
El Vaticano anunció el 21 de septiembre de 1992 el establecimiento de relaciones diplomáticas con México, un hecho que puso fin a más de un siglo de hostilidad que fueron caracterizadas por sangrientas campañas anticlericales. El histórico hito se produjo sólo dos años después de que el papa Juan Pablo II visitara México. Según la cancillería mexicana, la decisión se adoptó a partir del principio constitucional que reconoce la personalidad jurídica de las iglesias y demás agrupaciones religiosas. Desde que el presidente Carlos Salinas de Gortari asumiera la presidencia, en 1988, las relaciones entre la Iglesia católica y el Gobierno mexicano han sido más abiertas.
México suspendió relaciones con el Vaticano en 1861 y en la Constitución de 1917, fruto de una revolución que costó más de un millón de vidas, prohibió a la Iglesia tener propiedades.A finales de los años 20, el Gobierno derrotó la rebelión de los Cristeros, inspirados por la Iglesia, con una sangrienta campaña en la que ardieron cientos de iglesias y varios sacerdotes fueron ahorcados en público.
Pederastia en México.
Los casos de abuso sexual contra menores de edad por parte de sacerdotes católicos en México han sido denunciados desde hace décadas, aunque han sido pocos los que han llegado a ser confirmados. En el 2002 la Iglesia fue acusada de cubrir los casos de abuso e incluso de pagar dinero para comprar el silencio de las víctimas. Los escándalos en los cuales se han visto implicados miembros de la Iglesia Católica, trajeron como consecuencia la acusación contra las estructuras jerárquicas de la misma, las cuales fueron vistas en la mayoría de las veces como protectoras del incriminado a través de un complejo y sistemático proceso.
En consecuencia, muchos obispos y superiores religiosos fueron denunciados por las víctimas y presentados por los medios de comunicación social como encubridores del crimen. Los casos pusieron en evidencia una disparidad entre la justicia civil y la eclesiástica y el desconocimiento que la opinión pública en general tiene de la misma, por ejemplo de aspectos de competencia jurídica como los distintos concordatos. Casos emblemáticos Marcial Maciel Fundador de la Legión de Cristo.
Maciel murió en 2008, entre acusaciones de abuso sexual contra varios seminaristas y niños y la exigencia por parte de las víctimas de que pidiera perdón. Uno de los acusadores de Maciel fue el ex rector de la Universidad Anáhuac, Juan Manuel Fernández Amenábar, cuyo caso fue ha dado a conocer por el ex sacerdote de la Arquidiócesis de México,Alberto Athié Gallo. En 1997 nueve ex legionarios enviaron una carta pública a Juan Pablo II donde denunciaron abusos sexuales por parte de Maciel.
Las acusaciones en contra de él fueron negadas durante años por parte de la Legión de Cristo, que finalmente reconoció públicamente los crímenes realizados por su fundador. En 2010, la Red de Sobrevivientes de Abuso Sexual por Sacerdotes (SNAP, por sus siglas en inglés) dio a conocer una lista de 65 sacerdotes acusados en Estados Unidos de abuso sexual. Dichos sacerdotes, para esa fecha, se encontraban en varias diócesis de México, algunos de ellos activos.
Norberto Rivera Carrera y la SNAP también ha presentado acusaciones contra un arzobispo de México, Norberto Rivera Carrera.
Lo acusan de haberse unido con Roger Mahony para proteger a varios de estos sacerdotes, pero particularmente en el caso de Nicolás Aguilar Rivera, procesado en Tehuacán, Puebla por abuso sexual contra, por lo menos, sesenta niños. Las quejas contra Rivera Carrera llegaron hasta los tribunales nortamericanos, la primera de ellas fue desechada porque el tribunal consideró que la materia de la demanda estaba fuera de su jurisdicción. La cuarta demanda contra el prelado mexicano fue presentada por SNAP ante un tribunal federal estadounidense en Los Ángeles (California).
El acto fue minimizado por la Arquidiocesis Primada de México, que calificó la denuncia como calumniosa, engaño mediático y oportunista. Nicolás Aguilar Rivera que fue denunciado por 4 niños en 1997, en Tehuacán, Puebla. Hay registros de que el sacerdote pedófilo fue transferido por la arquidiósesis presidida por Norberto Rivera a Estados Unidos, hasta la fecha Aguilar continua prófugo. Fue sospechoso de alrededor de 60 violaciones contra niños en Puebla y 26 violaciones más cometidas en Los Ángeles, California. Aguilar Rivera tuvo un periodo de actividad como pederasta que abarcó de 1986 a 1997, según denuncian las víctimas bajo el conocimiento de Norberto Rivera Carrera.
Manuel Ramírez García, sacerdote de San Pedro, Nuevo León En el 2012, Manuel Ramírez García sacerdote de San Pedro, Nuevo León, fue acusado por 13 niños de abusar sexualmente de ellos. Los hechos habrían ocurrido cuando los menores esperaban ser confesados por el religioso. Según varias de las víctimas, mientras ellos iban contando sus faltas, el padre habría aprovechado para acariciarlos y besarlos en la boca y tocado los genitales.
Algunos infantes no se dejaron y sencillamente esquivaron el abuso como pudieron. Los menores eran estudiantes de quinto grado de primaria en el Colegio Sagrado Corazón de Jesús. Según sus propias declaraciones el sacerdote los tocó.