La posición mostrada por los llamados partidos políticos de “oposición” y los medios de comunicación de derecha, no puede ser más contradictoria; por un lado alientan ataques y protestas contra el Consejo Supremo Electoral (CSE) por considerar a ese Poder no “confiable”, y por el otro, critican el financiamiento que el Estado le otorga para realizar unos comicios transparentes en el 2016.
Las lectura que se puede hacer de esta disparatada ambigüedad es que desde hace rato están preparando un boicot para justificar la inevitable derrota electoral, de la que están conscientes, sufrirán en noviembre del próximo año.
Así es que todas esas patrañas de realizar esas apagadas peregrinaciones que hacen llamar “miércoles de protestas” frente a las instalaciones centrales del CSE, las declaraciones nocivas que vierten contra los miembros de ese Poder de Estado, que alegremente difunden y magnifican sus aliados en los medios de comunicación de derecha, ponen en evidencia sus insanos propósitos.
Se agarran de lo que sea
Ahora el nuevo “caballito de batalla” lo han dirigido hacia el costo económico de las elecciones a celebrarse para el 2016, que obviamente tiene que ser más alto que en las realizadas en el 2011, por muchas razones que ellos admiten en sus “protestas” y declaraciones, y que forman parte de las exigencias hechas a subsanar por parte del Poder Electoral.
Sin embargo, tras ser aprobado por la Asamblea Nacional el presupuesto del CSE para el próximo año y establecer la cantidad específica a usarse en los comicios nacionales venideros, arremeten en contra el Poder Legislativo por otorgar al Poder Electoral una suma que ellos encuentran “exagerada” respecto a otras efectuadas por países de la Región.
Como ejemplos tomaron que las elecciones Honduras 2013 tuvieron un costo de 88.05 millones de dólares (2 mil 464 millones de córdobas actualmente) más del total asignado al CSE para el 2016 (un mil 334. 8 millones de córdobas) y por ende mayor a los 931. 4 millones de córdobas (33, 264 millones de dólares) que el próximo año serán asignados exclusivamente para los comicios.
Muestras de gastos regionales
En las elecciones de El Salvador y Guatemala, 2014 y 2015 respectivamente, dichos países gastaron 40 y 64.56 millones de dólares cada uno, esto quiere decir que si todos estos comicios se hubieran realizado en el 2016, su costo en millones de dólares hubiesen sido mayor de lo que ya fueron en relación a los 33 millones 264 a utilizar por Nicaragua el próximo año.
Otra muestra de la confusión que quieren crear en la población los detractores de los Poderes Electoral, Legislativo y Ejecutivo, está en el costo por voto. En Honduras, El Salvador y Guatemala (2013, 2014 y 2015 respectivamente) el costo fue de 16.30, 14.92 y 8.60 dólares, en ese mismo orden, contra el 9.85 que costará en Nicaragua en el 2016, año en el que el monto se hubiera subido aún más en esas naciones.
En definitiva, estos alegatos esgrimidos por la derecha en nuestro país contra el sistema electoral en Nicaragua, se caen por sí solos y dejan entrever la cada vez mayor inseguridad y por consiguiente, certeza total de otro fracaso más en las próximas elecciones presidenciales y de diputados en noviembre del 2016.