La guerra contrainsurgente: Nicaragua en la mira

Si la oposición más seria al presidente Daniel Ortega en Nicaragua no se diferencia de los mercenarios, que siguen cometiendo crímenes atroces mediante torturas y flagelación pública contra decenas de sandinistas por apoyar al gobierno, como lo muestran los videos filmados por periodistas, y si además no se separan de organizaciones que reciben fondos de Estados Unidos y las derechas europeas, quedarán en la historia como verdaderos traidores a la patria.

No hay eufemismo posible para decirlo de otra manera, ni “academicismos” que los amparen ante sus acciones, cuando precisamente Estados Unidos avanza en su proyecto recolonizador con una despiadada guerra contrainsurgente, de Baja Intensidad y de Cuarta Generación, para controlar directamente a Nuestra América, dentro de lo cual se enmarca el golpe “blando” o suave, disfrazado de “rebelión antidictatorial”.    

Lo que comenzó el 18 de abril pasado en Nicaragua, desde un inicio fue relatado por la corporación mediática falseando la verdad, manipulando en forma criminal los hechos y no sólo lo hicieron los medios del poder hegemónico, que son mayoría en el mundo, sino los escasos que sobreviven a esta supeditación, ocultando una tragedia de dimensiones aún no valoradas como sucedió con Irak, Libia, Siria, Afganistán, como sucede en Yemen y en otros lugares y más cercanamente en  Honduras, en Colombia, México  y Guatemala,.    

Muchos periodistas, incluso intelectuales, identificados como progresistas o de izquierda, tan diversa en Nuestra América, sin conocer nada de la actual realidad nicaragüense sólo dieron voz a los supuestos “rebeldes” contra la también supuesta dictadura, un espejo de lo que fueron los comienzos de las guerras coloniales de ocupación en Oriente Medio.

Entre los que desafiaron el discurso, Jorge Capelán, desde Nicaragua habló del “golpismo tóxico que se ceba con saña contra el pueblo nicaragüense” y recordó el viaje de 16 representantes del Movimiento «Renovador Sandinista»(MRS) a Washington para reclamar en el llamado Foro de la Sociedad Civil de la Organización de Estados Americanos (OEA), que tomara la decisión de enviar cascos azules a Nicaragua, entre otros graves hechos. Es decir, pedían una intervención.

La actitud del gobierno ante la primera manifestación de protesta el 18 de abril fue derogar la ley previsional- que se supone desató la tormenta golpista- y llamó al diálogo. Pero no era el diálogo lo que esperaba Washington, que había preparado el golpe en el esquema de la guerra contrainsurgente que está aplicando, cuando la estrategia de dispersión del Comando Sur les ha permitido la instalación de Bases y establecimientos de control militar en varios países, elegidos también estratégicamente.

Por otra parte  la región está invadida desde mediados de los años 80 por una red de Fundaciones como la National Endowment for Democracy(NED), o la USAID (Agencia Internacional para el Desarrollo) de tan larga  y oscura historia en el continente, entre otras, que mantienen una red de Oganizaciones No Gubernamentales mediante las cuales reparten generosas partidas de dinero a sus cómplices internos, sus aliados naturales, las derechas regionales, Esto les permitió infiltrar no sólo las estructuras judiciales en los países de la región y la prensa , sino todos los sectores de la sociedad, creando verdaderos monopolios para la manipulación informativa, la desconcientización y desculturización de los pueblos.

Años trabajaron en forma encubierta esas Fundaciones de la CIA, implicadas en cada intento o golpe de Estado que se produjo en la región en este siglo, desde Venezuela en el 2002 hasta la actualidad.

Nicaragua tiene decenas de ONG dependientes de las Fundaciones y en este caso colaboran activamente los grupos terroristas cubano-americanos de Miami, que tienen representantes republicanos en el Congreso estadounidense como Ileana Ros-Lehtinen y Marco Rubio, Ted Cruz y otros. Rubio, devenido en “asesor” del presidente Donald Trump para América Latina, es intermediario entre este y la derechas recalcitrantes de América Latina.  

La corporación mediática internacional e imperial que maneja el 95 por ciento de las noticias que circulan por el mundo, originadas nada menos que en el Pentágono, es clave para la guerra de Cuarta Generación o guerra psicológica, un arma tan importante como los misiles.  

No hubo nada espontáneo en las protestas de Nicaragua, como tampoco puede ser espontánea la presencia de mercenarios que se dedicaron a secuestrar sandinistas a los que sometían a brutales castigos y torturas, desnudados y varios de ellos flagelados públicamente, asesinados y luego quemados como en los tiempos de la Guardia Nacional de Anastasio Somoza. Esto está comprobado y filmado, lo que se ha convertido en una prueba del horror.    

A lo largo de estos de casi tres meses quemaron escuelas, centros de salud, oficinas que se ocupaban en su mayoría de los temas sociales, cooperativas, “el Banco de la Alianza Bolivariana de los Pueblos de Nuestra América (ALBA). las Radios “Ya” y Nicaragua. Quemaron la Caja Rural Nacional, un banco cooperativo con los récords de cientos de miles de socios, y el mismo día quemaron la sede del ministerio de Economía Familiar y Comunitaria y una cantidad de edificios de funcionarios gubernamentales, casas, escuelas, centros de salud, hospitales.

La lista de crímenes y destrucción es extensa, pero casi tres meses después el pueblo sandinista está en las calles, y la policía logró recuperar varias poblaciones tomadas por los mercenarios y se va conociendo el verdadero alcance del golpismo con los millones de pérdidas en la destrucción criminal que afectará a todo el pueblo.

DENUNCIAS DESDE EE.UU.

 

Las investigaciones del periodista estadounidense Max Blumenthal, pusieron al descubierto el rol de entidades como la USAID, Freedom House, y la NED en el financiamiento de ONG’s nicaragüenses, que llamaron al derrocamiento del Presidente Ortega del Frente Sandinista de Liberación Nacional, FSLN.

De acuerdo a Blumenthal, la USAID destinó para Nicaragua en 2017 la suma de 5,2 millones de dólares, “con la mayoría de los fondos destinados a la capacitación de la sociedad civil y las organizaciones de medios de comunicación”. También destacó que en junio, los dirigentes del M19, el grupo estudiantil que comenzó las protestas antigubernamentales viajaron a Washington a reunirse con la ultraderecha de EEUU, con figuras como Rubio, Ted Cruz y Ross Lehtinen.  De la misma manera se reunieron con Mark Green, director del USAID, quien manifestó su apoyo contra el gobierno sandinista. El viaje fue pagado por Freedom House”.

Se destaca que el M19 no es espontáneo ni fruto del “descontento” contra Ortega, sino que uno de sus organizadores, Félix Madariaga, está al frente del ·Instituto de Estudios Estratégicos y Políticas Públicas, y es uno de los principales voceros contra el Sandinismo, que recibió 260,000 dólares de la NED, con la mayoría de los fondos destinados a la capacitación de la sociedad civil y las organizaciones de medios.

Hay referencias a fundación “Hagamos Democracia”, de Luciano García, reconocido opositor al sandinismo, quien recibió también 525,000 dólares de la NED desde 2014 y se constituyó en otro instrumento de intervención en Nicaragua, entregando en 2017 un millón de dólares a diversas organizaciones de la llamada “sociedad civil” que exigen la renuncia del Presidente Ortega.

Entre ellas la Comisión de DDHH de Nicaragua (111,000 dólares), Centro para la Empresa Privada (239,000 dólares), Instituto Republicano Internacional (150,000 dólares), Fundación Iberoamericana de Culturas ($79,000 dólares), Fundación Desarrollo Económico Social (40,000 dólares); entre otras. (Fuente: NED digital). También la NED destinó 305,000 dólares en 2017 a grupos anónimos de Nicaragua, para lo que ellos llaman “promoción de la democracia”, entiéndase, la organización de la contrarrevolución y la subversión antisandinista” destacando el papel que cumplen en la Guerra de Cuarta generación en América Latina.

La NED, citada por Max Blumenthal, fue creada en 1983 por la administración de Ronald Reagan y desde entonces colaboró activamente en la Guerra encubierta de Estados Unidos contra Nicaragua en los años 80-90, apoyó y financió a los medios y la oposición antisandinista en ese país y fue clave preparando la invasión de EE.UU a Panamá en diciembre de 1989.

Asimismo, como la USAID, es responsable como parte y máscara que es de la CIA, de los miles de nicaragüenses muertos durante la guerra encubierta de los años 80 para lo cual inventaron el llamado contragate, llevando droga desde el Comando Sur en la zona del Canal de Panamá a Miami de donde salían armas para los mercenarios de la “contra”. Nada nuevo en la historia de EEUU en Vietnam  y en la actualidad  para armar los mercenarios que usó y usa la OTAN en las actuales guerras coloniales de Medio oriente , el Norte de Africa y en Asia.  

Un mes antes de las reuniones del M19 con legisladores ultraconservadores en Washington, la NED “afirmó sin rodeos que las organizaciones respaldadas por ellos han pasado años recibiendo  millones de dólares sentando las bases para la insurrección» en Nicaragua, como lo señala el sitio web de noticias enfocado en América Latina, Global Americans, escrito por el académico estadounidense Benjamin Waddell, director académico de la Escuela de Capacitación Internacional en Nicaragua! (…) Después de la publicación de este artículo, Global Americans reemplazó el término «insurrección» con la palabra más inocua «cambio». Sin embargo, el título original aún se puede ver en la URL del artículo.

Lo cierto es que «La prensa internacional describió la rápida escalada de disturbios civiles en Nicaragua como una explosión espontánea de descontento colectivo”, escribió Waddell y agregó que «la participación actual de la NED en nutrir a los grupos de la sociedad civil en Nicaragua arroja luz sobre el poder del financiamiento transnacional para influir en los resultados políticos en el siglo XXI».  «Mucho de lo que hacemos hoy fue hecho encubiertamente hace 25 años por la CIA», comentó por su parte Allen Weinstein, fundador de la NED.

“Las caras más visibles del movimiento antiOrtega no han sido los jubilados afectados por las reformas de la seguridad social, sino los estudiantes urbanos, políticamente no afiliados, que buscan una victoria total. Han forjado una alianza con los opositores a la derecha. “Mientras tanto, hombres enmascarados con morteros y armas de fuego han formado la primera línea de los bloqueos viales que ya han drenado la economía de Nicaragua de unos $ 250 millones en ingresos”.

Es tan obvia la acción de Estados Unidos en Nicaragua, que asombra por un lado que figuras importantes de este país, surgidas del sandinismo, cuya oposición a Ortega ´se basa en diferencias internas, y que por supuesto no nos corresponde juzgar, hayan hecho silencio en estas  circunstancias y con  ese silencio  haber permitido este desangre del país con apoyo público de EEUU, verdugo de Nicaragua desde el siglo XIX; es un hecho que se debe analizar dentro del comportamiento de una buena parte de la llamada izquierda en este período histórico.

De la derecha o de un sector de la Iglesia o de las organizaciones de bonitos nombres “democráticos” sostenidas por los dineros de la CIA, no podríamos haber esperado otro tipo de conducta. Pero el silencio sobre los crímenes aberrantes y el terror sembrado en las poblaciones más humildes e indefensas, es un caso de complicidad extrema, donde algunos sacerdotes parecieron desafiar al Vaticano actual con su conducta.

Se intenta derrocar a un gobierno que en Centroamérica no permitió el ingreso de las maras, que se destacaba en medio de la violencia en Centroamérica, que logró avances sociales únicos en esa región, reconocidos por organismos internacionales y que permanece en el ALBA, contra todas las presiones de Washington, ese organismo integrador que tanto ayudó a los pueblos más necesitados. En momentos en que el gobierno de Trump amenaza con invadir Venezuela, Nicaragua es estratégica.  

Nadie puede confundirse en un escenario como el actual en América Latina, donde ha quedado evidenciado que la Doctrina Monroe regresó con un imperio en decadencia y cada día más brutal, que intenta apropiarse directamente de lo que considera su “patio trasero” y coloca a la Patria Grande en la disyuntiva: recolonización o independencia.

 

 

Deja un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *