Una muestra más de la injerencia de Estados Unidos en Nicaragua, es el documento que les presentamos sobre la forma en que el imperio gringo incidió en los resultados de las elecciones de 1990.
La National Endowment for Democracy (NED), a cargo del agente de la CIA, Mark Feierstein, actual director de la USAID, entregó en 1989 US$ 1.5 millones a grupos opositores de la UNO, para que enfrentaran a la revolución sandinista y exacerbaran los resultados de la crisis creada por la agresión imperialista contra Nicaragua.
Ayuda para grupos sindicales, partidos políticos y otros, fue el remate de una obra que empezó con la conformación, entrenamiento y financiamiento de los grupos contrarrevolucionarios a un costo de un millón de dólares por día, según confesó en una ocasión Ronald Reagan.
Ahora la estrategia es otra, ya no tienen ejército mercenario (la Contra) ni existe el miedo al Servicio Militar, pero buscan los mismos resultados: devolver el poder a la oligarquía y sepultar las esperanzas de los pobres.
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