La National Endowment for Democracy (NED), uno de los principales financiadores del Movimiento por Nicaragua (MpN), es considerada en el mundo como el “brazo legal de la CIA”.
Y sus organizadores tienen obsesión en contra del sandinismo desde sus orígenes en 1983, cuando el presidente gringo Ronald Reagan impulsaba una sangrienta guerra en contra de nuestro país y su joven revolución.
A estos desalmados de la NDI se subordina el MpN, al igual que a otros organismos extranjeros que los financian en sus actividades en contra del Gobierno de Nicaragua, al extremo de llamar a la labor desestabilizadora, “obligaciones labores”, de las cuales deben rendir estrictas cuentas para poder optar a futuros financiamientos.
A la NED, la secretaria ejecutiva del MpN, Violeta Granera, les remitió en 2008 una carta solicitándoles una reacomodación del presupuesto –que incluye viajes al exterior de sus directivos- con el fin de cumplir “compromisos laborales”. Es decir, estos tampoco piden “vuelto”.
Incluso, en la misma misiva se habla de “proyectos” futuros con sus metas a cumplir y el respectivo financiamiento.
A continuación el texto de la carta enviada por Granera a la NED: