Un nuevo sensor magnético desarrollado conjuntamente entre el Instituto alemán Leibniz de Investigación y las universidades de Tokio y Osaka, en Japón, permitirá a los seres humanos dotarse del “sexto sentido”.
El mismo que capacita a algunos insectos y aves para detectar campos magnéticos y guiarse por ellos a fin de orientarse y desplazarse en grandes distancias.
El sistema desarrollado puede describirse como una especie de “piel electrónica” capaz de percibir la presencia de campos magnéticos. Este tipo de sensores tiene un grosor inferior a los dos micrómetros y un peso de solo tres gramos por metro cuadrado.
«Los sensores pueden detectar cualquier tipo de movimiento, de tal forma que son capaces de monitorear la actividad muscular y, particularmente, la del corazón. Lo más destacado, sin embargo, es que nos dan una sensación adicional que está fuera de los cinco sentidos que tenemos», agregó Denys Makarov, jefe de la investigación.
Los nuevos sensores pueden doblarse e incluso arrugarse hasta convertirse en una bola sin que ello merme su rendimiento. Además, el sistema creado podrá hacer más útil y sofisticada la piel de los robots blandos.
RT