Un desgastado frente de “lucha” ha sido retomado por la derecha en Latinoamérica en contra de los países cuyos gobiernos son de izquierda. Se trata del de la libertad de expresión y para ello, otra vez, se hacen valer de su eterna aliada Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), a la que veneran como un “oráculo” de la comunicación.
Para nadie es desconocido que la SIP desde sus inicios aglutina a los dueños de medios de comunicación y es defensora de la militancia de derecha, y por tanto solo observa democracia y respeto a la libertad de expresión en aquellos regímenes de dicha preferencia ideológica, dedicándose, por otro lado, a objetar y hasta denigrar a los sistemas democráticos de izquierda por no coincidir con sus ideas.
En una reciente reunión de este organismo, a la que llamaron “Tercera Asamblea General”, la libertad de expresión que tanto profesan los llevó a llamar mentirosos y adversos al libre derecho a la comunicación a los Gobiernos de Nicaragua, Argentina, Ecuador, Venezuela, Bolivia y Cuba, solo por no comulgar con la derecha como ideología.
Solo quieren existir ellos
Llama bastante la atención el hecho de que la SIP arremeta contra estos países, algunos en proceso de elección y otros por entrar al mismo, como es el caso de Nicaragua, en lo que parece un espaldarazo a los partidos políticos de derecha, los que no tienen la capacidad de crecer, ni cuentan tampoco con el respaldo que ellos creían tener en sus respectivas poblaciones.
Algo que quedó claro en esa “tercera asamblea general” de la SIP, es que su dirigencia desconoce totalmente la situación en Nicaragua en cuanto a medios de comunicación. Alegan, con información totalmente infundada y carente de la mínima veracidad, que en nuestro país solo existen una radio, un canal de televisión y un diario escrito que no son “oficialistas”.
Esta aseveración no hace más que confirmar las intenciones de la SIP de querer manipular la información en contra del Gobierno de Nicaragua, ya que en cuanto a las televisoras, solo el Canal 4 pertenece al FSLN, de los seis diarios, ninguno corresponde al Gobierno o al sandinismo, pero sí hay tres que conciernen a la oposición y en Radio solo están La Sandino y la Voz Oficial del Gobierno de la República.
Argumentos absurdos
En un tono aún más insidioso que el utilizado en contra de Nicaragua, los asistentes a ese evento de la SIP vertieron calumnias de todo tipo hacia regímenes específicos como el de Argentina, Cuba, Ecuador, Bolivia y Venezuela, acusándolos de supuestas agresiones a la libertad de expresión.
Una nota aparte requiere el comentario del secretario general de este organismo, quien al leer su “informe”, de una forma vulgar dijo que en Chile, su presidenta Michelle Bachellet, está resuelta a impedir toda la circulación de los diarios, si sus directores no presentan un plan para hacerse cargo de los mismos una vez que la gente los haya leído.
En relación a los EEUU, en la lectura del “informe, la SIP únicamente los “censuraron” por despachar una orden de registro contra un medio de comunicación y autorizar dos interrogatorios a periodistas.