La vulgaridad es ahora “risoactivismo”

¿Son originales en sus protestas los partidos políticos y ONG opositores que se autoconvocan los miércoles en los alrededores del Consejo Supremo Electoral (CSE)? Para nada. Siguen al pie de la letra los consejos del manual de Gene Sharp para botar gobiernos en golpes de Estado presuntamente “incruentos”.

 

 El manual aconseja precisamente lo que están haciendo los ONG opositores y partidos políticos en su afán de devolver el poder a la oligarquía.

 Aunque La Prensa y otros medios de comunicación tratan de hacerlos aparecer como producto del “ingenio” de los marchistas, lo cierto es que Sharp en su manual precisa lo que se debe hacer para asestar un “golpe suave”, y es lo que los marchistas de la derecha intentan.

 Intentan desmoralizar

 Las acciones de los protestadores profesionales buscan moralizar a sus seguidores, y de paso amilanar a la parte gubernamental, en este caso al pueblo que apoya al comandante Daniel Ortega.

 Burlas, injurias y ridiculización de funcionarios –caso imitación de la primera dama Rosario Murillo e infamias en contra del magistrado Roberto Rivas Reyes-, son parte del juego sucio de la oposición, cuya fuente proviene del agente de la CIA, Gene Sharp.

 Entre las cosas que Sharp promueve para botar gobiernos que no son del agrado de Estados Unidos, está el formar delegaciones o grupos que se presentan ante funcionarios responsables a realizar reclamos, simulación de premios y reconocimientos ridiculizantes.

 Aquí les ha ido muy mal

 Además, grupos de presión a los parlamentarios; plantones con pancartas en lugares simbólicos y elecciones burlescas o paralelas. Que no extrañe si un día de tanto ponen en marcha este “ingenio” prestado.

 En Nicaragua, sin embargo, no les ha ido nada bien. La población ha reaccionado molesta ante el impedimento de la libre circulación, y peor lo han hecho los comerciantes, cuyas ventas han decaído los miércoles debido a que los compradores evitan acercarse a sus presuntos “salvadores”.

En sus enfermizos argumentos aducen “protestar” por un supuesto sistema electoral falto de transparencia, pero lo cierto es que las derrotas de quienes han llevado como candidatos en las elecciones, refleja la falta de popularidad de esas personas a los que hacen llamar sus dirigentes.

El “risoactivismo”

Otro “ingenio” de patanes o “risoactivismo” en las marchas de los miércoles, es la comparación prosaica de funcionarios de gobierno con animales. Recordamos que en la campaña electoral para las elecciones de 1990, a los hijos de doña Violeta Barrios no les hizo ninguna gracia el que la población –en un clima polarizado por la guerra-, rimara el nombre de la candidata con consonancias vulgares.

Ahora, sin embargo, La Prensa pondera las vulgaridades que antes rechazaban y llama a la deplorable actitud “una creatividad donde se resaltan actividades de risoactivismo de personas inconformes con el régimen”.

                                                                                                                 

 

 

 

 

 

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