Xavier Gourmelon escuchó las últimas palabras de la princesa Diana, masajeó su corazón y creyó que viviría: 20 años después explica por qué nunca antes contó nada a los medios.
El bombero que oyó las últimas palabras de la princesa Diana de Gales ha accedido, 20 años después, a conceder su primera entrevista sobre aquel hecho que sacudió al mundo. Fue él quien brindó los primeros auxilios a la afamada integrante de la familia real británica, que acababa de sufrir un fatal accidente automovilístico en París.
Xavier Gourmelon, de 50 años, contó a ‘The Sun’ que no sabía entonces quién era la mujer que halló dentro del coche siniestrado cuando llegó al túnel Pont de l’Alma aquella noche del 31 de agosto de 1997.
«Estábamos muy cerca del lugar y nos tomó menos de tres minutos llegar allí. Íbamos en dos camiones, un equipo de diez personas, y fuimos los primeros en arribar«, relató Gourmelon, quien acaba de regresar a su natal Bretaña tras 22 años de empleo en París.
«La mujer, de quien posteriormente supe que era la princesa Diana, se encontraba tirada en el piso del auto, en la parte trasera. Se movía muy despacio y vi que estaba viva«, recuerda Gourmelon.
El bombero notó que «tenía una lesión leve en el hombro derecho», la cual resultaba «nada significante», y que «no había sangre sobre ella, en absoluto«.
La princesa estaba consciente y de ojos abiertos cuando la sacó de entre los hierros retorcidos del Mercedes en que viajaba y le suministró oxígeno. «Tomé su mano y le dije que se calmara, que estaba allí para ayudarla. Ella me dijo: ‘Dios mío, ¿qué sucedió?», relató Gourmelon.
Poco después, Diana dejó de respirar pero el bombero logró resucitarla antes de ponerla en la ambulancia.
«Masajeé su corazón y a los pocos segundos volvió a respirar. Claro que fue un alivio para mí: cuando eres el primero en responder, quieres salvar vidas. Y eso fue lo que creí que había hecho», sostuvo.
Una memoria que permanecerá por siempre
Todavía sin saber quién era ella, Gourmelon estaba seguro de que sobreviviría. Por eso mismo le resultó tan penosa la noticia de que la princesa de Gales murió poco después en el hospital, a sus 36 años de edad, por un paro cardiorrespiratorio.
«Después supe que había graves lesiones internas, pero ese episodio todavía permanece en mi mente. La memoria de aquella noche estará conmigo siempre», afirmó.
Xavier recuerda que no tuvo ni idea acerca de quién era ella hasta que la depositó en la ambulancia y uno de los paramédicos le dijo. Explica que se le prohibió hablar con medios sobre el accidente por ser bombero y estar sujeto a una disciplina casi militar. Ahora que se ha dado de baja, consideró llegado el tiempo para revelar su historia.
Tres más en el coche
Al momento del accidente, Diana se desplazaba en el auto con tres personas más: Dodi Fayed, su pareja o amante; el chofer, Henri Paul; y un guardaespaldas, Trevor Rees-Jones.
«Cuando miré dentro del coche, vi que el conductor ya estaba muerto y no se podía hacer nada por él», recordó Gourmelon.
Fayed estaba en la parte trasera, «en condición grave». Se supo luego que por el impacto sufrió un paro cardíaco, y ya al momento de ser sacado del coche fue declarado muerto por un paramédico.
«El guardaespaldas, en la parte delantera, estaba consciente, pero atrapado, y tenía heridas faciales muy severas», agregó el bombero.
El guardaespaldas Trevor Rees-Jones fue el único superviviente del catastrófico incidente. Hoy día tiene 49 años.