Llegó a Siria el convoy humanitario

El Comité de la Cruz Roja Internacional informó que los camiones con alimentos y medicamentos entraron en la ciudad de Al Rastan, cercada por el ejército sirio, y a Daraya, una localidad al sudoeste de Damasco.

 

La ayuda humanitaria desembarcó en caravanas que fueron desplegadas en dos ciudades de Siria controladas por rebeldes y asediadas por el Ejército, entre ellas, una cercana a Damasco, donde la población civil no recibía asistencia desde hacía cuatro años. Tras haber anunciado esta semana que abandonaba las negociaciones, la oposición siria dijo que sólo suspendía su participación y no boicoteaba el proceso de paz, al tiempo que denunció el aumento de los ataques del Ejército en Siria contra grupos armados vinculados a ella. El ministro de Relaciones Exteriores sirio, Walid al Mualem, señaló ayer que la decisión de la oposición de abandonar las conversaciones de paz en Ginebra demostró su determinación de boicotear el proceso político y de optar por proseguir con la lucha armada para derrocar al presidente Bashar al Assad.

A pesar de las continuas violaciones a la tregua, vigente desde el 27 de febrero, la ONU y las organizaciones humanitarias se esfuerzan por aprovechar el frágil cese de hostilidades y ayudar a los miles de civiles que hace meses o hasta años quedaron atrapados en medio del fuego de esta compleja guerra. Un gran convoy entró ayer en la ciudad central de Al Rastan, cercada por el Ejército sirio, y otro fue dirigido a Daraya, una localidad al suroeste de Damasco con presencia rebelde a donde ninguna ayuda había entrado desde 2012, dijeron el enviado de Naciones Unidas (ONU) y mediador para Siria, Staffan de Mistura, y el vocero del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR), Pawel Krzysiek. “El informe que hemos recibido es una señal de alarma. Hay niños y civiles que necesitan alimentos y medicinas”, afirmó De Mistura sobre Daraya, desde Ginebra, donde se esfuerza por mantener vivo el diálogo de paz entre el gobierno y parte de la oposición.

“La localidad cercana a Damasco se convirtió en un símbolo de inaccesibilidad”, describió el mediador internacional, y comentó que la ayuda se introdujo a través de una misión de investigación de la ONU, que logró acceder a su interior para verificar la situación. Por su parte, el CICR informó que el convoy que entró en Al Rastan, en la provincia de Homs, es el mayor preparado hasta la fecha en Siria, compuesto por un total de 65 camiones con alimentos, medicamentos y equipos médicos como sillas de ruedas y materiales higiénicos y para potabilizar el agua.

La ONU también participó en la organización del convoy, con 34 camiones, pero a las zonas controladas por la oposición en Al Rastan sólo entraron miembros del CICR y la Media Luna Roja, contó a la prensa Krzysiek.

Al Rastan sufre un asedio desde enero de 2015 y hace un año que no llegaba ayuda humanitaria en la zona. Unas 120.000 personas viven en Al Rastan y las zonas rurales de sus alrededores, ya que la población en el área se ha duplicado por la llegada de desplazados internos, producto de los combates que se suceden desde octubre. Hay 17 campos que reciben a desplazados internos, tres hospitales de campaña, una clínica apoyada por el CICR y un puesto de emergencias de la Media Luna Roja. El vocero de esa institución adelantó que en los próximos días planean organizar otro convoy humanitario para Al Rastan.

Un total de 4.500.000 personas viven en zonas de difícil acceso en Siria, que incluyen a 400.000 que habitan en áreas cercadas, bien por el gobierno o la oposición, según datos de la ONU. Entre anteayer y ayer se llevó a cabo la evacuación de 500 civiles de las localidades chiítas de Fua y Kefraya, en la provincia septentrional de Idleb, asediadas por los rebeldes, y de las localidades de mayoría sunnita de Al Zabadani y Madaya, en las afueras de Damasco y cercadas por el gobierno. Hasta ahora, la ONU repartió ayuda a 560.000 personas en lugares asediados y de difícil acceso en Siria, de las que 220.250 están en áreas sitiadas.

En el aspecto político, el ministro de Relaciones Exteriores sirio señaló que en Ginebra “han quedado al descubierto las posiciones de los opositores, como en el caso de la delegación de Riad, que quiso sabotear las conversaciones y mostró su preferencia por la escalada militar”. El ministro al Mualem subrayó en Damasco, en una reunión con el enviado especial de China para el conflicto sirio, Xie Xiaoyan, que su gobierno continuará la guerra contra el terrorismo en paralelo con el proceso político en Ginebra, informó la TV estatal siria. El enviado de China expresó su respaldo a la restauración de la seguridad y la estabilidad en Siria y al diálogo que se celebra en Ginebra, según la agencia estatal Sana.

Al Mualem indicó que la lucha es “contra el Estado Islámico (EI), el Frente al Nusra y el resto de grupos terroristas”, sin nombrar a los últimos. El EI y el Frente al Nusra –filial siria de Al Qaida– están excluidos del alto el fuego que entró en vigor el 27 de febrero y cuyas recientes violaciones hacen tambalear el proceso de paz.

Por su parte, Riad Agha, vocero del Consejo Supremo para las Negociaciones (CSN), confirmó la partida de sus correligionarios y dijo que próximamente se organizará una reunión de la alianza opositora para decidir la continuidad o no de su participación en estas negociaciones. Esa reunión podría tener lugar en Riad, donde el CSN tiene su sede, señaló Agha en declaraciones en Ginebra. Más tarde, el presidente de la principal coalición que participa dentro de la CSN, el Consejo de Coordinación Nacional, Hasan Abdelazim, cuestionó la implementación de la tregua, negociada por Estados Unidos y Rusia a principio de año y en vigencia, en el terreno, desde fines de febrero.

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