Las ínfulas de superioridad y arrebatos de soberbia quedaron otra vez al descubierto en la visión imperialista de la congresista republicana Ileana Ros-Lehtinen, quien declaró que su país debe tomar en cuenta a aquellos gobiernos latinoamericanos que desobedecen las exigencias orientadas desde la Casa Blanca, con el fin de someterlos mediante sanciones económicas a través de iniciativas como la Nica Act.
Las amenazas vertidas por Lehtinen fueron hechas luego de que en el seno de la Asamblea General de OEA, realizada recientemente, el documento promovido por los EEUU, a través de sus interlocutores disciplinados en favor de una injerencia en los asuntos internos de Venezuela, fuera rechazada por la representación de varios países que como Nicaragua no se prestan a los fines malintencionados de la política Norteamericana.
En las azoradas declaraciones de la congresista se refiere a los países que “frustraron” en la OEA las pretensiones de “frenar” al presidente venezolano Nicolás Maduro, como los que se están haciendo de “la vista gorda” y por eso EEUU debería comenzar a reevaluar la relación con ellos, dejando bien en claro la mentalidad imperialista promovida por esta irracional legisladora de que “si no estás conmigo, estás en mi contra”.
Durante su enardecida intervención en el Congreso, Lehtinen endilgó toda su furia contra del Gobierno salvadoreño de haber abandonado el “redil” otra vez, “El Salvador es otra nación que no ha votado una vez más junto a los EEUU en temas relacionados con toda la situación por la que atraviesa Venezuela”, amenazando con que podría ocurrirles la misma suerte de Nicaragua, refiriéndose a la Nica Act, si persiste en esa posición.
El tono de chantaje y repulsión de esta burda intimidación cayó en mayor vileza cuando la “loba”, así llaman en ese medio a la congresista Lehtinen, le sacó en cara al pueblo de El Salvador de que se acordaran del “favor” de los EEUU al apoyarlos con los fondos que les sigue proporcionando a través de la Alianza Centroamericana en el contexto del plan de prosperidad, mostrando sin vergüenza alguna, el colmillo imperial.
En tanto, contra Nicaragua los ataques e infundios fueron los de siempre, esos mismos que a diario repiten los grupos políticos, ONG opositoras y medios de comunicación que forman parte de la nómina del Departamento de Estado y la CIA mediante sus conocidas organizaciones “humanitarias”, encargadas de desembolsar cuantiosas sumas de dinero a empleados locales para “promover” la democracia made in USA.