La oligarquía de Nicaragua y sus serviles más cercanos se consideran los “Illuminati” locales. Ellos mismos se cuentan historias sobre la capacidad de observación y discernimiento que tienen, tan solo un par de ellos, sobre centenares de personas que piensan diferente, es decir, que el mundo nos pertenece a todos y no a un grupo privilegiado.
La principal anécdota habría ocurrido durante la Revolución Popular Sandinista. La historia la cuenta Gonzalo Cardenal. Chale Mántica y Humberto Belli estaban “infiltrados” en un encuentro de jóvenes con teólogos representantes de la Teología de la Liberación.
Los súper iluminados
Mántica no logró convencer a ninguno de los presentes, fracaso que fue descrito así: “Hay también ocasiones de obscurecimientos de la mente. Chale cuenta de dos casos en los que fue testigo: El primero fue antes de la revolución durante un diálogo con jóvenes marxistas. Le fue completamente imposible penetrar en sus mentes. Pensó que quizás eran impenetrables por ser jóvenes, pero ya durante la revolución recuerda que entró una vez al colegio Teresiano con el Dr. Humberto Belli, y estaban allí unos trescientos o cuatrocientos sacerdotes y religiosas. ´
“Estaban escuchando las charlas de un historiador y sacerdote renegado de la Teología de la Liberación, un jesuita que había colgado los hábitos, Enrique Dussein (en realidad el apellido es Dussel). Chale miro a Humberto asombrado y le dijo: ¿Será posible que entre trescientas o cuatrocientas personas sólo vos y yo nos demos cuenta de que lo que este señor ha venido haciendo no es más que ir socavando todas aquellas cosas que son capaces de sostener su sacerdocio y su lealtad a la Iglesia? Estaba destruyendo sistemáticamente las bases de su fe mientras las monjas y los sacerdotes escuchaban embelesados.
“Lo que para Humberto y para Chale era evidente, todo aquel grupo de personas no lo podían discernir”.
¡Cuánta ignorancia!
Es increíble. Ni Mántica ni Belli se acercan siquiera mínimamente al bagaje intelectual de Dussel, un académico, filósofo, historiador y teólogo nacido en Argentina y nacionalizado mexicano.
Fundador de la Filosofía de la Liberación y de la Teología de la Liberación, Dussel es poseedor de un vasto conocimiento en Filosofía, Política, Historia y Religión, lo que ha quedado evidenciado en más de 50 libros y más de 400 artículos, muchos de ellos traducidos en más de seis idiomas.
¿Cuál es el aporte de Mántica o Belli o el mismo Gonzalo Cardenal, para descalificar tan tajantemente al filósofo, a los sacerdotes y monjas que lo aplaudían e incluso a los jóvenes que aprendían de su sabiduría?
Dussel es tenido en el mundo como uno de los más prestigiados pensadores filosóficos del siglo XX, que ha contribuido en la construcción de una filosofía comprometida.
Manual para sacar demonios
Vale decir que el escrito de Cardenal se dio como parte de un enjundioso artículo en el que explicaba cómo sacar demonios de personas poseídas. ¡Válganos! Los oscurantistas intentando aportar luz sobre sus enceguecidos seguidores.
De puro milagro estos inquisidores pos modernos no recetaron la hoguera. Por supuesto que ninguno de ellos es, ha sido o será poseso. El diablo parece preferir a determinadas personas que generalmente buscan a los miembros de la Ciudad de Dios o el Opus Dei (son casi siempre los mismos) para que los expulsen de sus cuerpos.
Son encuentros que solo existen en las mentes enfermas de algunos y en las oportunistas de otros que los hacen creer que viven en la pobreza debido a los engendros infernales que los habitan.
Los “Illuminati” son los salvadores, que para eso son los únicos que tienen relación directa con el Altísimo.
Sociedades secretas
Las sociedades secretas o “discretas” como las llaman algunos, existen en todo el mundo y Nicaragua no es la excepción. Funcionan como cerradas sectas donde el poder económico y político son las principales llaves de entrada. La consecución de un Nuevo Orden Mundial es la principal razón de ser de estas oscuras y hasta siniestras agrupaciones.
Desde la Independencia de Nicaragua en 1821 (al menos ese es el año que registran los textos históricos) un grupo de descendientes de españoles se apoderó de los destinos de nuestro país.
No fue sino hasta 1979, exactamente 158 años después, que tuvimos la oportunidad de vivir fuera del yugo de la oligarquía y la burguesía locales, que se habían dividido en dos grupos antagónicos (liberales y conservadores) que se disputaban eternamente el poder a sangre y fuego.
Todos contra el sandinismo
La revolución sandinista de 1979 marcó un hito, y como tal, una hecatombe para las denominadas “paralelas históricas”. Fue la mayor movida de piso que se le dio a los grupos de poder tradicionales en territorio continental desde el Grito de Independencia.
Y por supuesto que no se iban a quedar tranquilos. Tras la caída de Somoza, sus eternos enemigos los conservadores se aliaron a los sobrevivientes de la dictadura. Sus diferencias eran apenas de forma, a como lo han demostrado hasta la saciedad.
Se unieron en contra de la revolución triunfante y apoyados por un ejército mercenario creado, financiado y entrenado por Estados Unidos, lograron que el proyecto social nuevo se truncara en 1990, cuando fuimos a elecciones con un puñal en la nuca, a como bien se ha graficado.
“Illuminaties” regresan al poder
Nuestros “Illuminati” volvieron entonces al poder. Retomaron las riendas del país e intentaron convencerse y convencer al resto de ciudadanos, que todo había sido un mal sueño, una “noche oscura” que los había despojado temporalmente de sus inmensos privilegios.
Las sociedades selectas reiniciaron sus ritos. El Opus Dei, la Ciudad de Dios y otros grupos que se mueven casi en las sombras hicieron presencia en todos los ámbitos de la vida nacional a través de sus jefes, convencidos firmemente de que son y serán los guías eternos de nuestros destinos.
Volvieron las misas negras, los aquelarres y la caza de brujas. ¿Vimos casos de posesiones diabólicas en los años 80? No. El diablo es un invento para mantener dominados a los pueblos. Vive en la mente de personas que no quieren perder su hegemonía económica y política y se aferran a las creencias que les han sido beneficiosas.
¿Un manual para exorcizar? Gonzalo Cardenal lo escribió en 2010 y cuesta creer que sea verdad.