Nicaleaks obtuvo la matriz de la campaña electoral de Fabio Gadea en 2011, parte de la cual fue discutida en Panamá, en particular los “atributos” de este exitoso locutor que llegó a hacer dinero junto a sus socios en la “época de oro” de la radiodifusión nicaragüense.
Lo pusieron como un dechado de virtudes, pese a que quienes lo conocen, saben quién es en realidad este autoritario señor que tras el triunfo de doña Violeta, hacía llamados desde su Radio Corporación pidiendo al gobierno que no diera anuncios a medios de comunicación que él consideraba “piricuacos” como El Nuevo Diario.
Por supuesto que a la “Corporancia” la inundaron de publicidad, lo que acrecentó el capital de este hombre de trato despiadado hacia sus empleados, uno de los cuales recuerda que en los años 90 lo hacía viajar todos los días a medianoche hasta una casa que tenía fuera de Managua, solo para leerle los titulares de un radionoticiero. El hombre quedó golpeado moralmente de por vida ante el trato humillante que recibió.
Es conocido que los periodistas de la Corporación se la pasan haciendo “milagros” para sobrevivir debido a los bajos salarios y a que la mayoría tienen que buscar sus propios anuncios para obtener algún dinero.
¿Y qué decir de la vivienda en Las Colinas que Gadea compró por apenas 5 mil dólares después de lograr que el Banco de la Vivienda le perdonara una deuda de más de US$ 80 mil?
“Fabio se mostró muy agradecido”, cuenta el exministro de la Presidencia Antonio Lacayo en el libro La difícil transición nicaragüense. Ahí mismo recuerda que el pulcro ex candidato que aún sigue dando gritos de “honestidad”, le dijo como excusa para que le perdonaran la deuda:
“-Tenemos que fomentar la estabilidad para poder construir el país de nuestros hijos”.
Por supuesto que se refería a su estabilidad y al país de sus hijos.
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