Montealegre dejó a su suerte a correligionarios y se fue de vacaciones

Existe descontento en las filas del Partido Liberal Independiente (PLI), debido a que Eduardo Montealegre se fue a un tour a Tierra Santa con su familia el pasado 29 de noviembre y planea regresar hasta el 17 de diciembre, mientras dos diputados de su agrupación política eran desaforados.

 

Los parlamentarios Eddy Gómez y Raúl Herrera, ambos del PLI, fueron desaforados y esperan ser llamados a juicio por actos de violencia en los denominados “miércoles de protesta”.

Mientras esto ocurría, Montealegre se despedía de sus allegados, a quienes dijo que planeaba pasarla muy bien en los centros comerciales de Tel Aviv, aparte de los dos días que disfrutaría en Estados Unidos a su regreso, según contaron diputados del PLI que solicitaron el anonimato.

“En el PLI esperábamos que Eduardo estuviera en el país para buscar la forma de evitar la desaforación de los dos diputados, pero grande ha sido la decepción al comprobar que prefirió vacacionar, y ni la puesta en cárcel de su hermano (Álvaro) lo detuvo”, dijo un informante.

En efecto, Álvaro Montealegre Rivas, hermano del auto nombrado “líder” de la oposición y del PLI, se encuentra en prisión debido a una medida cautelar del judicial que lleva el caso de una millonaria estafa en contra de 18 personas, entre las que se cuentan las monjitas del Colegio Teresiano.

A otro que dejó a su suerte fue al concejal Omar Lola, quien se encuentra en libertad condicional. Lola fue acusado por David Campos, a quien infligió lesiones tras atacarlo en las inmediaciones de Metrocentro en uno de los “miércoles de protesta”.

Según nuestras fuentes, Eduardo Montealegre salió por el Aeropuerto Internacional A.C. Sandino el 29 de noviembre pasado, iniciando así el periplo familiar a Tierra Santa y Estados Unidos.

Igualmente nos dijeron que en las filas liberales del PLI tampoco ha sido bien recibido el hecho de que Eduardo ha pretendido politizar el acto delictivo de su hermano Álvaro, cuyo caso es de delincuencia común al estafar a las religiosas de la Orden Teresiana y a un grupo de personas de la tercera edad que le confiaron los ahorros de toda su vida.

 

 

 

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