En las filas de la llamada coalición liberal, encabezada por el PLI, existe un descontento en contra del presidente de esa facción, Eduardo Montealegre, porque está tomando decisiones personales en nombre de dicha agrupación en temas como las precandidaturas presidenciales, la unidad con otros sectores políticos y la participación en las elecciones nacionales.
Recientemente el nombre de Alfredo Gutiérrez, un concejal de la Alcaldía de Managua (ALMA) por el PLI, fue mencionado y considerado por miembros de esa partido político como alguien que podría estarse postulando como un viable precandidato a la Presidencia de la República en dicha coalición, con vista a los comicios de noviembre del 2016.
Sin embargo, como respuesta a esta iniciativa, que fuera mocionada por los mismos correligionarios del PLI, Montealegre no solo la desestimó sino que la rechazó totalmente, aduciendo que esas actividades (como la escogencia o nombramientos de precandidatos) no son la “prioridad” de la coalición, al igual que el tema si se deben realizar primarias o no.
El cuento de la “incertidumbre”
Este argumento ha sido esgrimido por Montealegre ante sus aliados y a los medios de comunicación, a quienes en repetidas ocasiones ha manifestado que todavía “no sabemos si vamos a participar en las elecciones”, “que primero debe garantizarse elecciones libres y transparentes”, mientras sus seguidores ven con preocupación que el tiempo se les acaba.
A este criterio personal del presidente de esa facción del PLI, le sigue su ya gastada evasiva de que como no saben si van a participar en las elecciones del 2016, eso de escoger candidatos es algo muy apresurado, por lo que primero habrá que esperar que el Estado, a través del Consejo Supremo Electoral (CSE) le garantice todas sus antojadizas peticiones.
Haciendo a un lado los “razonamientos” personales del presidente del PLI, Gutiérrez y quienes lo están promoviendo como precandidato presidencial afirman que ellos están actuando correctamente y de acuerdo a los objetivos de la conformación de esa alianza, que implica analizar todas las posibles candidaturas que puedan emerger del seno de la coalición.
Preocupación entre liberales
La preocupación en la filas de la coalición liberal es tanta, que esperan que el proceso de una escogencia de forma abierta de quienes los representarán en las elecciones presidenciales debería hacerse en la primera mitad de enero próximo, y en la otra mitad o principios de febrero ya deberían estar creadas las estrategias que utilizarán en la campaña electoral.
El concejal Gutiérrez defendió su derecho a la postulación alegando ser parte del liderazgo del PLI, y que precisamente es de ese partido que surge la idea de designarlo como precandidato presidencial, por lo que espera que dicha escogencia sea respetada, sobre todo porque dijo que a lo interno del PLI se llegó a la conclusión de hacer realidad esta candidatura.
Otra inconformidad existente en la filas de la coalición liberal liderada por el PLI, es la falta de información sobre las conversaciones y propuestas que se han llevado a cabo entre Eduardo Montealegre y el candidato presidencial de la Unidad Liberal Republicana y Sindical, Noel Vidaurre en relación a una posible alianza entre esas dos agrupaciones.
Ha rechazado a Vidaurre
Solo se conoce que Montealegre rechazó dos propuesta hechas por Vidaurre, la primera es que se unieran y conformaran un nuevo partido liberal y la otra era someter la casillas de ambas agrupaciones a una consulta popular en donde solo invitarían a “la oposición”, para saber cuál era la de preferencia entre las personas que participarían en dichas votaciones.
Cabe señalar que esto se conoció por el candidato presidencial del grupo que lidera Arnoldo Alemán y su PLC, el conservador Noel Vidaurre, quien de igual forma comentó que Montealegre, luego de rechazar sus propuestas, le planteó que “corrieran” en la casilla 13 del PLI, a lo que Vidaurre se negó alegando que la misma se encontraba en litigio.
Finalmente, el MRS, miembro de la Coalición Liberal encabezada por el PLI, admitió que efectivamente la población no percibe ni ve por cerca una unidad entre las filas de estos dos grupos de liberales, por lo que la pregunta como “oposición” sería a estas dos alianzas, sobre la realidad y el porqué de sus desacuerdos y posiciones irreconciliables.