MRS ensaya “golpe suave” y fracasa

El MRS y otros partidos de derecha, apoyados por sus ONG opositoras y sus medios de comunicación voceros, ensayaron el miércoles otro paso de un “golpe suave”, una oportunidad que han venido esperando desde hace varios años y que creyeron había llegado con las reformas al INSS.

No sorprende lo que ocurrió. Ni siquiera los llamados en las redes sociales a tomarse Managua o al menos alguna plaza, rotonda, universidad o lo que fuera. El manual del “golpe suave” o “golpe blando” ha venido siendo aplicado con rigurosidad en Nicaragua, a la espera de que el antisandinismo reaccione y propicie con acciones violentas un golpe de estado “incruento”, según el marketing del imperialismo.

Se trata de una serie de acciones que empiezan con la desobediencia civil, de acuerdo al manual del politólogo norteamericano ultraderechista, Gene Sharp, a como ya lo hemos dicho.

Sharp precisa que “en los Gobiernos, si el sujeto no obedece los líderes no tienen poder. Estas son las armas que en la actualidad se usan para derrocar Gobiernos sin tener que recurrir a las armas convencionales”.

Esa es la parte que Sharp y los aplicadores de sus “novedosas” ideas lanzan como anzuelo a los incautos. Lo cierto es que ningún golpe de Estado “blando” ha sido incruento y ahí tenemos los resultados de las horribles matanzas de las famosas “primaveras árabes” o las “revoluciones de colores” en Europa del Este.

En Venezuela falló y por eso ahora el imperio amenaza con sus cañoneras al pueblo bolivariano. Sharp, sin embargo, desecha esos métodos porque para él la lucha “cuerpo a cuerpo” ya demostró su ineficacia en Afganistán e Irak, y como está ocurriendo en Siria y Yemen.

Además, son muy costosas por los gastos inmensos en armamento y movilización. Los muertos inocentes no son tomados en cuenta, ya que para los políticos yanquis los civiles son “daños colaterales” sin importancia.

Para Sharp y sus seguidores, el “golpe suave”, “revolución de colores” o como quiera llamársele, empieza con el debilitamiento del gobierno hasta llegar a la fractura de las instituciones.

Es un gran tratado en el que los gobiernos progresistas han identificado cinco pasos primordiales: El primero es impulsar acciones no violentas, a fin de generar y promocionar un clima de malestar en la sociedad.

Aquí sobresalen denuncias diarias de corrupción, promoción de intrigas y/o divulgación de falsos rumores que son de inmediato convertidos en “ciertos” por las redes sociales y los medios de comunicación que les son afines, en el caso nuestro, La Prensa, Radio Corporación, Confidencial y los otros programas de Carlos Fernando Chamorro Barrios.

Y hablando de los medios derechistas, el segundo paso consiste en desarrollar intensas campañas en “defensa de la libertad de prensa y de los derechos humanos”, acompañadas de acusaciones de totalitarismo contra el Gobierno en el poder. ¿Les suena conocido?

El tercer paso tiene que ver con la lucha activa por reivindicaciones políticas y sociales (caso INSS) y en la manipulación del colectivo para que emprenda manifestaciones y protestas violentas, amenazando las instituciones.

En el cuarto paso los opositores y sus medios de prensa ejecutan operaciones de guerra psicológica y desestabilización del Gobierno, en busca de crear un clima de «ingobernabilidad».

Con todo lo anterior cumplido, el quinto paso tiene por objeto forzar la renuncia del Presidente de turno, mediante revueltas callejeras para controlar las instituciones, mientras se mantiene la presión en la calle.

Paralelamente, se prepara el terreno para una intervención militar, mientras se desarrolla una guerra civil prolongada y se logra el aislamiento internacional del país.

Como se aprecia, en Nicaragua desde hace varios años el MRS, sus ONG opositoras y sus voceros, han venido ejecutando el manual de Gene Sharp obteniendo un fracaso monumental debido a la rápida respuesta de la población, en particular los jóvenes.

De ahí el desprecio visto en las redes sociales, La Prensa y Confidencial en contra de los muchachos que han impedido que los líderes del MRS se tomen una “cabeza de playa” para desde ahí solicitar el refuerzo de las fuerzas oscuras del gobierno norteamericano.

Dicho lo anterior, por eso que no sorprenden las acciones violentas impulsadas el miércoles por los cabecillas del MRS y sus seguidores. Sabían que el gobierno sandinista tenía que meterle manos al problema del INSS para evitar el colapso, y ya habían montado todo un plan. No improvisaron nada, solo movilizaron a su entrenada tropa.

Por todo lo visto en los últimos años (desde que el FSLN retornó al poder, para ser más exactos), es que tampoco sorprende el hecho de que Ana Quiroz, una furibunda feminista del ala lésbica, haya resultado lesionada en una de las trifulcas que montaron el miércoles 18 de abril. Quiroz es también parte del MRS.

Otros, que no quieren exponerse, dirigieron las acciones violentas con mensajes en las redes sociales.

Lamentamos sinceramente lo ocurrido. En Nicaragua no debe correr más sangre por causa de motivaciones políticas. El MRS y sus ONG opositoras, La Prensa, Confidencial y demás, deben sosegar sus ansias irrefrenables de tumbar del poder al sandinismo. El camino es la vía cívica, pero antes deben aprender a respetar la voluntad popular.

 

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