Arabia Saudita y sus aliados han traído a Yemen un indescriptible desastre humanitario, despejando el camino para la creación de otro ‘estado islámico’, el primer paso para lo cual es la captura de Adén, la principal ciudad del sur del país.
Por primera vez en su historia Al Qaeda ha capturado una gran ciudad que en el pasado fue la capital de un estado. Adén es el puerto más grande de Yemen y la antigua capital del sur del país. Ahora está patrullada por grupos islamistas que ondean la bandera negra del islam radical, recuerda un artículo analítico del portal ucraniano Novoye Vremia.
El analista político yemení Abdulqader Ba Ras declaró a Reuters: «Todos estos hombres armados de todo el mundo es una cosa que Adén nunca ha visto antes… El miedo se está extendiendo de manera que pronto desembocará en caos y en otras guerras en el futuro».
Las fuerzas terrestres de Emiratos Árabes Unidos que invadieron el país a principios de agosto también están ausentes, ya que han ido mucho más al norte. Nadie arregla las ruinas dejadas en Adén después de los ataques aéreos de Arabia Saudita y los combates anteriores, puesto que los servicios urbanos no están funcionando. El único poder son los militantes de Al-Qaeda, muy poco expertos en la gestión del alcantarillado y el suministro de agua.
La captura de una gran ciudad por parte de una agrupación terrorista habría sacudido años atrás la opinión pública internacional. Sin embargo, ahora el evento pasó sin pena ni gloria, ya que contradice la interpretación ‘clásica’ de medios occidentales del acontecer actual de Yemen, según la cual los saudíes y ‘emiratíes’ son ‘chicos buenos’ que, a petición del gobierno legítimo, están liberando el país de los ‘malos’, los insurgentes hutíes apoyados por Irán.
Dicho sea en otras palabras, los ‘libertadores’ han llevado a Adén a una agrupación terrorista de las más peligrosas. Por la misma razón, pocas personas conocen lo que está pasando ahí fuera en el ámbito humanitario. Los ‘esfuerzos’ de los militares saudíes y de los Emiratos Árabes han puesto a Yemen al borde de una catástrofe humanitaria de proporciones monstruosas.
El país desértico, de 25 millones de personas, incluso en tiempo de paz depende casi totalmente de las importaciones de alimentos, pero las tropas saudíes lo han bloqueado por tierra, mar y aire. El suministro de alimentos comercial ha cesado. La ayuda humanitaria viene con gran dificultad, debido a la oposición de Riad. Como resultado, el Comité Internacional de la Cruz Roja ha suspendido su trabajo en Yemen.
El comentario de ‘Novoye Vremia’ destaca que la situación en el sur de Yemen prácticamente es una réplica exacta de la situación en Irak cuando la invadieron. «Poco después, allí surgió y se fortaleció rápidamente el Estado Islámico, que se ha convertido hoy en día en un tremendo dolor de cabeza para el mundo entero». Tal como en Irak, en donde el califato también «surgió tras la captura de Mosul por los islamistas, una ciudad comparable con Adén en tamaño e importancia».
El resultado es el siguiente: al norte de Arabia Saudita ya está actuando y amenazando a todos sus vecinos un califato terrorista. Ahora, los esfuerzos de la Fuerza Aérea Saudita, con el apoyo total de EE.UU. y Reino Unido, conllevan el rápido surgimiento del otro califato, esta vez al sur de Arabia Saudita. La única diferencia del llamado Estado lslámico es que está dirigido por Al Qaeda.