A pesar de la campaña de manipulación y desprestigio de la derecha en el país, agrupada en pequeños movimientos políticos, ONG opositores y medios de comunicación afines, la gran mayoría de los nicaragüenses apoya el acuerdo de entendimiento suscrito el 28 de febrero de este año entre la Organización de Estados Americanos (OEA) y el Gobierno de Nicaragua, por considerarlo muy beneficioso para la nación.
Así lo demuestran los últimos resultados de un estudio realizado por la firma consultora M&R, en el que el porcentaje de pobladores encuestado que apoya y espera beneficios de ese acuerdo entre la OEA y Nicaragua, subió entre los meses de abril y junio de un 65.4 por ciento a 70.2 por ciento, incrementando notoriamente el consentimiento de una gran parte de nicaragüenses a este entendimiento.
Lo más curioso e irónico del caso es que fueron precisamente estos grupos que adversan al Gobierno quienes exigieron a este organismo político regional que viniera al país para que integrara una misión con el objetivo de constatar in situ las supuestas violaciones a los derechos humanos, a la democracia y la libertad, así como garantizar con su presencia en las elecciones municipales que se pudiera efectuar “otro fraude”.
Ahora resulta que como las cosas no se hicieron a gusto de este grupo de inconformes, se dedican no solo a armar sus acostumbrados berrinches, sino que tratan a toda costa de invalidar y desacreditar el diálogo establecido entre la OEA y el Gobierno de Nicaragua, mediante no solo de sus ataques al Presidente Daniel Ortega, sino que con campañas de total irrespeto para ese organismo continental.
Luego de exigir la presencia de la OEA en el país, la presidencia de dicho organismo y el gobierno nicaragüense anunciaron, en octubre del 2016, un diálogo y el establecimiento de una mesa de conversaciones constructivas, en las que se circunscribieron reuniones todos los meses para finalmente firmar un memorándum de entendimiento el 28 de febrero del 2017, además de crear una misión de observación para los comicios municipales.
A la llamada oposición le salió “el tiro por la culata”, ya que al contrario de la condena que esperan de la representación de la OEA al Gobierno de Nicaragua, el resultado fue la firma de un entendimiento en el que se establece un componente político-electoral, que incluye la misión de observación a las elecciones municipales y el apoyo técnico del organismo regional para fortalecer el registro, cedulación y depuración del padrón electoral.
Mientras este proceso de fortalecimiento institucional sigue su curso, en la mentalidad de la derecha solo hay espacio para el resentimiento y el revanchismo, el que utilizan, por lo pronto, para atacar el proceso electoral, desacreditándolo a como puedan, como es el caso de un llamado Consorcio Panorama Electoral, que encabeza el grupo Ética y Transparencia, desconocido organismo creado para arremeter contra los próximos comicios municipales.