Desde que el Gobierno de Nicaragua anunció el proyecto del Gran Canal Interoceánico, surgieron detractores que recurren a todo tipo de ardides para descalificarlo, y en ese grupo de saboteadores surge el nombre de Octavio Ortega, quien se opone públicamente con alegatos disparatados que más allá de causar hilaridad, provocan un rechazo por su alto grado de racismo.
Este Octavio Ortega, quien asegura ser el vocero de un movimiento llamado Consejo Nacional en Defensa de la Tierra, Lagos y Soberanía de Nicaragua, además de Coordinador del MRS en Rivas, en entrevista con los periodistas Dick y Mirian Emanuelsson, se refiere al proyecto del Gran Canal como la “enorme amenaza amarilla”, en alusión a la empresa china encargada de ejecutar la megaobra de ingeniería.
De acuerdo a los descabellados planteamientos de Ortega, propios de un orate o un mal intencionado xenófobo, con la presencia de esta empresa china la mayor parte de mano de obra provendrá de ese país, por lo que a más tardar en diez años Nicaragua estará “plagada” de inmigrantes asiáticos, los que al final superaran a la población original del país.
Augura presidente chino en Nicaragua
Los desvaríos enfermizos de este sujeto no terminan allí, sino que como si de un “sajurín” se tratara, advierte que para el 2025 habrán tantos pobladores chinos que colmarán las urnas en las elecciones, más que los propios nicas y por eso no es de sorprender que en un futuro no lejano tengamos alcaldes y hasta un presidente de la Republica con “la piel amarilla”.
El odio hacia China y sus habitantes lo lleva al irrespeto de decir que dicha sobre población de chinos en Nicaragua responderá a que es un distintivo propio de los asiáticos el reproducirse “como conejos” y como en su nación no los dejan tener más de dos hijos, qué mejor oportunidad que venir a crear su inmensa comunidad en nuestro país.
Pensamiento fascistoide
Existe tal grado de odio y racismo en la mentalidad perturbada de este individuo, que en sus esquizofrénicas y paranoicas “visiones” asegura que una vez conformada esa comunidad de chinos que supere a la población original nicaragüense, crearán su propio ejército y utilizaran a Nicaragua como “cabeza de playa “ para una invasión a toda América Latina.
Los desvaríos de este individuo para “fundamentar” esta demencia los basó en que supuestamente el Decreto-Ley del Gran Canal le autoriza a China a traer a su ejército para protegerlo, y con ellos bases militares, y hasta podrían venir misiles nucleares, lo que irremediablemente terminaría en una tercera guerra mundial, en donde los EEUU sería el gran perdedor.
La pasarela de “ejemplos” arrebatados de Ortega siguió, al decir que en el mundo, los chinos han llegado y no se han ido, que en África hay países en los que ellos prácticamente dominan. Que en el año 2020 la mitad de los alimentos del mundo serán consumidos por los países asiáticos y para el año 2040 se van a comer todos los alimentos del planeta.
Dice que seremos budistas
En el intento de sabotear el proyecto del Gran Canal y difamar a la raza asiática, las insanas intenciones de este personaje lo llevaron a tratar de manipular nuestras creencias religiosas, al decir que si a los chinos se les permite establecerse aquí, pronto tendremos otra religión: el budismo, nos podemos olvidar de que habrá iglesias católicas o protestantes, sino que habrá una nueva cultura.
Todas estas son declaraciones del vocero del movimiento opositor al proyecto del Gran Canal Interoceánico, y por ende de los partidos políticos, en especial el MRS, y los medios de derecha que promueven con personajes como Octavio Ortega, la zozobra y el inconformismo en el campesinado por donde trazará su ruta esta megaconstrucción de ingeniería que traerá grandes beneficios al país.