Sucedió en Venezuela y ahora amenazan en Bolivia. La derecha pelea de manera furibunda por recuperar el poder que ha detentado desde tiempos de la colonia española. En Nicaragua también ha intentado desaparecer al sandinismo, incluso desde antes de que recuperara el poder en las elecciones de 2006.
Y no están solos. Poderosas organizaciones norteamericanas y europeas que defienden la entronización de las oligarquías tradicionales y sus “hijos de casa”, abonan generosamente con millones de dólares la diaria labor de zapa en contra de los intentos de formar un país con dignidad.
En 2010, el año previo a las elecciones generales de 2011, los grupos injerencistas extranjeros lograron unir a todas las siglas opositoras de Nicaragua con el firme propósito de amedrentar a los votantes.
Aquí otro gallo les cantó
El resultado fue un aplastante triunfo del partido rojinegro: FSLN: 62.46%; PLI: 31%; PLC: 5.91%; ALN: 0.40% y APRE: 0.23%. Esos porcentajes se mantienen, lo que hace pensar que en las elecciones de 2016, la historia será parecida.
E igual de parecidos serán (son) los gritos histéricos de “fraude”, porque no conciben que los descendientes de sus antiguas encomiendas empiecen a pensar por su cuenta. Ya no creen en el cuento de que los “cuidaban” en “lo espiritual y temporal”.
Nicaleaks les presenta un documento de 2010, donde se muestran algunos de los planes de las ONG opositoras y otros grupos antisandinistas: