La oficina en Colombia del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos exigió a las autoridades de ese país aclarar la muerte de los tres indígenas durante la Minga Agraria que comenzó hace 11 días.
«Estos hechos deben ser plenamente esclarecidos por las autoridades judiciales, nuestra Oficina les ofrece todo su apoyo. Es imperativo adoptar todas las medidas para evitar que se repitan situaciones como estas», manifestó la organización en un comunicado publicado en su página web.
En el texto, el organismo internacional expresó la preocupación por los heridos, la judicialización masiva de personas y la estigmatización de los participantes en las protestas.
Además, señaló que la apuesta de paz sostenible basada en el respeto de los Derechos Humanos «requiere de manera urgente el diálogo político para llegar a acuerdos y evitar la confrontación, garantizando la vida y los derechos de todos y todas».
En este sentido, exhortó a las partes a redoblar esfuerzos para disminuir tensiones y adoptar gestos de buena voluntad para recobrar la confianza y el diálogo.
La ONU llamó a utilizar un lenguaje respetuoso que no exacerbe las posiciones e instó a las autoridades estatales a promover el respeto y la protección de los DD.HH. en el contexto de protesta social.
En contexto:
A 11 días del paro convocado por la Cumbre Agraria, campesinos, indígenas, estudiantes, maestros y transportistas han responsabilizado de los ataques al Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) por la muerte de tres indígenas en Valle del Cauca (suroccidente del país), 134 detenidos en Santander de Quilichao, y más de 100 heridos en distintos hechos de represión.
A las acciones policiales se suma la amenaza paramilitar de las bandas autodenominadas Águilas Negras.
Las comunidades del Consejo Regional Indígena del Cauca (CRIC) denunciaron en un comunicado el tratamiento de guerra que el Gobierno, a través de la fuerza pública, realiza contra la movilización social en el país
También alertaron obre la violación constitucional cuando se ataca con armas de fuego a personas y sectores indefensos que solo exigen sus derechos pacíficamente.