Las rabietas con que los sectores de oposición andan exigiendo observación electoral, no son más que artimañas con la que tratan de esconder su incompetencia política, además que seguro será el argumento que manipularán para justificar su fracaso electoral en las próximas elecciones nacionales.
Desde hace buen rato, partidos políticos y grupos que se hacen llamar sociedad civil, andan con el “pito y el tambor” pregonando que sin observación habrá un “fraude electoral”, en un desesperado intento por hacerle creer a la población que su derrota no tendrá su explicación en su obsoleto y fracasado proyecto.
La derecha nicaragüense está dejando aún más clara su falta de capacidad, y a la par siembra más incredulidad entre sus propios miembros, puesto que con este argumento está demostrando que no cuenta con el personal suficiente para cubrir con sus fiscales a nivel nacional, o si los tienen, no gozan de confianza, y por eso andan con el cuento de la observación.
Ex Contras les dan la espalda
Lo cierto es que con todas esas “alianzas” que han firmado estas coaliciones se han nutrido de grupúsculos que solo aparecen cuando hay elecciones, y cuyos integrantes solo buscan cómo sacar algún rédito de esta oportunidad, ya sea en términos monetarios o de un ofrecimiento “partidario”; en cualquiera de los casos, todo es ganancia para ellos.
Incluso, el Partido Resistencia Nacional (PRN), que representan a los ex contras, admitió que su organización en otros tiempos fue utilizada por la dirigencia del PLC y del PLI como “relleno” en sus pretensiones políticas, pero que esa época ya se terminó y que ahora actuarán solos o en una alianza en donde se les tome en cuenta y sobre todo que les tengan respeto.
La mentalidad perdedora de las llamadas fuerzas opositoras ya no causa ninguna sorpresa en la población nicaragüense, que ya está acostumbrada a ver que el “éxito” que puedan tener nunca dependerá ni de sus “afamados” dirigentes ni de sus bases, sino de otros intermediarios, llámense observadores o acompañantes electorales nacionales o extranjeros.
Quieren ganar a como sea
El problema para estos diezmados grupos está en que deben conseguir al menos 14 mil fiscales para distribuir en todas la Juntas Receptoras de Votos (JRV) a nivel nacional, pero al parecer, el reducido razonamiento de quienes lideran a estos grupitos es que haya observadores electorales un cada una de las mesas de votaciones y encima de ello que les defiendan sus votos.
Al respecto, el Consejo Nacional de Universidades (CNU) anunció que capacitará a por lo menos cinco mil estudiantes de educación superior para que asistan a igual números de JRV en calidad de observadores o acompañantes electorales. Cabe señalar que la participación en esta labor será de forma voluntaria y que no se aplicarán criterios políticos.