Las tan exigidas observación y transparencia de sectores de la derecha, serán puestas a prueba próximamente, cuando los partidos y coaliciones opositores realicen sus propias elecciones primarias con el fin de elegir a sus candidatos presidenciales para las elecciones del 2016.
La derecha en el país, constituida por los mismos personajes deshonestos que integran los partidos políticos o coaliciones, coludidos con grupos que se hacen llamar “sociedad civil” y que están siendo financiados desde el exterior, desde hace buen rato demandan al Gobierno unos comicios trasparentes, al asumir que por eso pierden las elecciones y no por la falta de apoyo popular.
Las elecciones primarias en sus partidos o coaliciones es la oportunidad para que le demuestren al Gobierno y al pueblo nicaragüense, cuál es el proceso limpio y transparente que se estila para escoger como ganador a un candidato de unas elecciones, sobre todo de cómo salir de la imagen de intrigas y rechazos internos por los que pasan actualmente.
Democracia de dientes pa’fuera
El primero de septiembre salió publicado en un medio de la derecha que la coalición que se hace llamar Unidad Democrática, que lidera el político y banquero Eduardo Montealegre, aunque dicho organización tenga a un presidente de membrete, anunció con bombos y platillos que convocará a primarias gracias al impulso de Hagamos Democracia.
Hagamos Democracia es uno de esos organismo de la “sociedad civil” que apoya las actividades que monta la derecha en contra del Gobierno porque haya “transparencia” en las elecciones del 2016, la pregunta es de dónde sacará dinero esta organización para financiar unos comicios que tienen un carácter de nacional.
Más allá de esa interrogante, habrá que ver si estos señores de Hagamos Democracia quedan lo suficientemente satisfechos de la transparencia de esas elecciones primarias, tal y como la exigen sus agitadores cuando acompañan a los miembros de Unidad Democrática a pegar gritos frente al Consejo Supremo Electoral (CSE).
Repartición en familia
Al respecto, en esa convocatoria, el “presidente” de Unidad Democrática, Róger Arteaga, expresó que las primarias estaban libres y abiertas para todo aquel opositor que quisiera participar en ellas, pero recientemente el MDN y otros grupos denunciaron a los medios de comunicación que fueron excluidos por Eduardo Montealegre.
Lo cierto es que el panorama para la realización de unas primarias a lo interno de esta coalición, en la que se llenen los mínimos requisitos que la califiquen de transparente, es por demás inciertos, pero ese es un reto que deben resolver para poder convencer si es verdad que son tan demócratas como lo aseguran.
Algo similar en el PLC
Por otro, en la misma acera “opositora” se encuentran el PLC y sus aliados, aunque sus cabecillas hablan de elecciones primarias transparentes y democráticas, al final, parece ser que se impondrá el “consenso”, una forma sutil de llamar al “dedazo”, práctica tan usual en años anteriores que bien la pueden integrar en sus estatutos.
Fueron claras las manifestaciones de los dirigentes de este grupo al decir que lo bueno serían las primarias, pero que ya se les acaba el tiempo y no cuentan con dinero para llevarlas a cabo, por lo que se hace imperante una elección de “consenso”, lo que deja bastante diáfano el concepto de transparencia en la cabeza de esa coalición.
La falta de democracia, ya no se diga de transparencia, se acrecienta aún más cuando las propias bases de esa coalición pretenden incluir a otros precandidatos para unas primarias, además de los dos que existen, pero todo hace indicar que sus esfuerzos serán en vano, porque quienes lideran ese grupo ya se pronunciaron en favor del “consenso”.