A una semana de tener que formar gobierno, el PP consiguió la abstención de Ciudadanos y el rechazo de Unidos Podemos. El PSOE define si habrá o no una tercera votación en España.
El líder de Ciudadanos, Albert Rivera, anunció que su partido “no va a apoyar ni entrar en un gobierno de Mariano Rajoy”, pero se plantea abstenerse, una posición que no garantiza la reelección del candidato del Partido Popular (PP), a menos que los socialistas también levanten su veto.
Tras reunirse con Rivera y con el líder de Unidos Podemos, Pablo Iglesias, quien le reiteró el rechazo a su candidatura, Rajoy se entrevistará hoy con el socialista Pedro Sánchez, al que deberá convencer para que al menos facilite su investidura mediante la abstención. Esta es la única posibilidad que tiene Rajoy después de que Rivera le diera la espalda.
“No queremos terceras elecciones y no vamos a estar en un gobierno del PP”, dijo Rivera después de reunirse durante más de una hora y media con Rajoy en el Congreso de los Diputados. E informó además que la decisión sobre qué votará su partido en las sesiones de investidura, a la que “con seguridad se presentará Rajoy”, lo decidirá hoy de forma colectiva toda la cúpula partidaria. No obstante, dejó entrever que la opción que planteará a sus compañeros es la abstención. “El señor Rajoy asume que tendrá que formar un gobierno en minoría y tenemos que asumir un papel responsable si nos queremos poner en marcha”, dijo Rivera.
Tras haber pedido la cabeza del líder del PP en varias ocasiones por considerar que está manchado por la corrupción que ha aflorado en el partido gobernante, Rivera sostiene ahora que no existe contradicción en su posición de facilitar la investidura. “Mis electores sabían que queríamos un nuevo equipo de gobierno, un nuevo presidente y que no queríamos repetir elecciones. Y vamos a intentar que sea así, cumplir con la voluntad de los votantes. Por eso, no vamos a entrar en un gobierno si no hay renovación, pero tampoco vamos a forzar unas terceras, cuartas o quintas elecciones”, remarcó.
La eventual abstención de Ciudadanos no es suficiente para Rajoy, ya que necesita sumar más votos a favor que en contra para conseguir su reelección al menos en segunda votación –la primera requiere mayoría absoluta–, previendo el voto contrario del Partido Socialista (PSOE) y de los diputados de la candidatura de izquierda Unidos Podemos.
Tras el encuentro con Rivera, Rajoy se reunió con Iglesias, quien ya había anticipado que los 71 diputados de Podemos y sus aliados territoriales votarán en contra porque sus políticas son “irreconciliables”.
Iglesias calificó el encuentro de “cordial”, aunque reiteró que no hay posibilidades de entendimiento y que no apoyará a Rajoy “ni por activa ni por pasiva”. Asimismo, el dirigente antiajuste insistió en que “aún puede haber un gobierno progresista en España, distinto al PP”; y pidió a Sánchez que “mire a su izquierda”. “Tienen que elegir, un acuerdo con Rajoy, con nosotros, o si fuerzan unas terceras elecciones”, remarcó Iglesias en conferencia de prensa.
El PSOE resultó segundo en las elecciones con 85 diputados, con lo que sus votos alcanzarían para desbloquear la reelección de Rajoy.
Sin embargo, Sánchez ratificó el sábado en el Comité Federal de su partido que no votará a favor ni se abstendrá para que el líder del PP siga en el poder.
Rajoy se entrevistará hoy con el dirigente socialista para intentar convencerlo de que facilite su investidura en segunda votación. Para eso, el conservador estaría dispuesto a ceder en varias reformas reclamadas por el PSOE, entre ellas la de la Constitución, la de educación y la laboral.
“Tenemos un programa muy amplio, con puntos en común con los partidos constitucionalistas, y la posición del presidente del gobierno es trabajar con los máximos apoyos”, dijo hoy la vicepresidenta española, Soraya Sáenz de Santamaría, quien pidió que se deje gobernar al PP, que es el que amplió su confianza y apoyos en las elecciones del 26 de junio, las segundas que celebró España en medio año.
El PP remarca que el PSOE se tendrá que desdecir de algunas de sus negativas, porque afirma que no facilitará un gobierno de Rajoy y que no habrá terceras elecciones, y ambas cosas son contradictorias.
Desde el PSOE insisten en que el PP se equivoca si piensa que cambiarán de posición sólo por unos “retoques” en la ley de educación o en la reforma laboral, que los socialistas plantearon derogar.
La dirección del PSOE decidió el sábado pasado rechazar la reelección de Mariano Rajoy por considerar que sus propuestas están muy alejadas. Por eso es relevante la reunión de hoy, aunque todo apunta a que el PSOE no se saldrá de la posición adoptada el sábado.